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Son cuatro documentos. Consideramos que es muy posible que tres de ellos pudieran haber pertenecido al archivo del Monasterio de Sigena (nº 1, 3 y 4).
No obstante, sólo hay seguridad en el caso del documento nº 4, el fragmento de protocolo notarial de Antón Serveto, alias Revés. Nos consta por la documentación
devuelta al monasterio por el MNAC que Antón Serveto, ejercía como notario del monasterio y el Archivo monástico custodió sus protocolos, junto a los de otros notarios que ejercieron la misma función. Concretamente, la comunidad de Sigena, hasta su traslado al MNAC, conservaba los tomos correspondientes a 1521-1522 y 1531. Por tanto, se puede asegurar que los fragmentos conservados por el IES formaban parte de los protocolos originales de Antón Serveto que se conservaban en el Monasterio. Sobre el documento nº 1, la Real Cédula de Carlos IV y el consejo real, en la que incorpora a la Corona las lenguas y asambleas de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén y se declara Gran Maestre de la Orden no hay seguridad de que perteneciera al Archivo del Monasterio. Por su temática es muy posible que así fuera. A la comunidad de Sigena le interesaba tener ese documento y parece lógico que la orden de San Juan de Jerusalén se lo hubiese enviado y se custodiara en el Archivo monástico.
El documento nº 3, fragmento del misal, también se supone perteneciente al monasterio, pero no podemos demostrarlo. En cuanto al documento nº 2, el impreso de 1772 que contiene la Colección de reales decretos, instrucciones y órdenes dadas por el rey Carlos III para el establecimiento de la contaduría general de propios y arbitrios del reino de Aragón, se trata de un impreso de gran difusión en su época porque regulaba el funcionamiento de ese organismo de carácter fiscal. Puede conservarse en distintos ayuntamientos, tanto de realengo como de señorío. Podría haberlo conservado el Archivo porque el Monasterio ejercía dominio sobre varios concejos del entorno, pero es igualmente posible que proceda de cualquier archivo municipal aragonés.

Se depositaron un total de 12 libros impresos comprendidos entre 1594 y 1832. Son todos libros religiosos (un misal, un sermonario, un tratado de historia eclesiástica del P. Flórez, constituciones del Concilio de Trento, un tratado de teología, etc.). Sólo hay un libro de temática profana, el número 12, que es una edición latina de las Epístolas de Cicerón (1750). En la mitad de ellos, los nº 1, 4, 5, 6, 9 y 10, consta que fueron donados al Instituto de Estudios Sijenenses por Dª Mireya
Arribas Riazuelo.
Por su temática puede pensarse que podrían haber pertenecido a la biblioteca del monasterio, pero no tienen ningún elemento identificador que lo demuestre. De
hecho, en los pocos que tienen ex libris se demuestra que la procedencia es otra. Así, el número 10, un impreso fechado en 1594, tiene el ex libris de la biblioteca del duque de Medinaceli y Santisteban. El número 5, por su parte, tiene una anotación a mano con letra del siglo XVIII donde pone "es a uso del P. Serafín de Tortosa, capuchino". No nos consta la relación del cenobio sigenense con la orden de los capuchinos por lo que no hay base para pensar que ese libro pudiera estar en la biblioteca del monasterio.
En cuanto al valor de esas publicaciones, hemos buscado si había entre ellos algún ejemplar de algún libro perdido, desconocido o de valor extraordinario. Para ello
se ha recurrido al Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español del Ministerio de Cultura. El resultado puede verse en el anexo II. De todos los libros se conocen ejemplares en bibliotecas españolas. Destaca por ser el que más copias tiene, los sermones de Fray Pantaleón García (nº 1) con 42 ejemplares localizados, Los que tienen menos ejemplares localizados son la Historia de los Corporales de Daroca de Tomás Orrios de la Torre (nº 7), con ocho ejemplares, o la edición de 1750 de las epístolas de Cicerón (nº 12) con siete ejemplares.
En resumen, todos los ejemplares tienen interés como patrimonio bibliográfico, pero no resultan extraordinarios para promover su digitalización o proponer medidas especiales de conservación y custodia. En cuanto a su relación con el monasterio de Sigena, no hemos encontrado ninguna prueba de que tengan esa procedencia. Por ese motivo, no consideramos necesaria su incorporación al proyecto de Sigena virtual.

A la vista de todo lo anterior, se establecen las siguientes actuaciones:
- Digitalización de los documentos de archivo e incorporación de las descripciones y digitalizaciones al nuevo portal monográfico DARA-Sigena virtual. Desde ese momento, el Instituto de Estudios Sijenenses figura como entidad colaboradora del proyecto.

- Respecto a los originales de los cuatro documentos de archivo, se establece un depósito indefinido en régimen de comodato para la conservación de esos documentos en el Archivo Histórico Provincial junto con el resto del fondo del monasterio que se depositó en 1940, tras la guerra civil.

El pasado 29 de febrero de 2024, D. Juan José Generelo, director del Archivo Histórico Provincial de Huesca hizo entrega de los referidos documentos al secretario general de la institución.

Desde el Consejo Permanente del Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet agradecemos al Archivo Histórico Provincial de Huesca su colaboración y su atenta labor con los documentos históricos de referencia.