DE TRINITATIS ERRORIBUS, LIBRI SEPTEM

Per Michaelem Servet, alias Reves ab Aragonia, Hispanum. Anno MDXXXI (Haguenau, 1531).


CONTEXTO HISTÓRICO
1531 es un año fatídico para la unidad del cristianismo. Clemente VII excomulga a Enrique VIII, provocando el nacimiento de la iglesia anglicana. Es la época de la Reforma y todas las naciones europeas se agitan en un ansia inagotable de saber y renovación. La patria de Servet se hallaba en aquella época radicalmente opuesta al movimiento reformista, y el monarca hispánico, Carlos V, había convertido la defensa del catolicismo en uno de los vértices de su política imperial.

Servet se encuentra por esa época en Basilea, donde tiene ocasión de departir con el reformador Ecolampadio sobre el dogma de la Trinidad y otras cuestiones religiosas objeto de polémica. Fue probablemente Ecolampadio el que le enseñó, o al menos, le instruyó adecuadamente para que perfeccionase el idioma hebreo. Basilea se había distinguido por una mayor tolerancia ante la disidencia que otras ciudades de la Reforma. Había sido una ciudad refugio para otros humanistas, como Erasmo de Rotterdam que permaneció en ella hasta 1529. Los tiempos, sin embargo cambiaban rápido, y el clima de tolerancia se fue enrareciendo. Servet pretendió convencer a Ecolampadio, quien rechazó indignado su doctrina sobre la Trinidad, e incluso comentó con otros reformadores, como Zwinglio, la presencia en Basilea de un “joven español arriano”. El reformador protestante amenazó con denunciarlo, lo que forzó la marcha de Servet a Estrasburgo. Aunque es muy probable que Servet empezase a escribir su primera obra en Basilea ("Sobre los Errores de la Trinidad"), el libro fue finalmente publicado en Estrasburgo (Alsacia) en 1531.

Dado que la obra atacaba uno de los dogmas esenciales de la doctrina cristiana, el dogma de la Trinidad, Servet tuvo problemas para encontrar un impresor dispuesto a editar la obra. El impresor basilense Conrad Reich no aceptó el encargo de imprimirla por temor a las autoridades religiosas. En aquella época, la labor de impresor o editor no se limitaba, como hoy en día a una labor meramente industrial. Muchos impresores eran personas versadas en el mundo de los libros y cultivadores de los principios humanistas. Por ello, Reich, pese a rechazar el encargo de Servet, le puso en contacto con Johannes Setzer, un impresor de Haguenau, aldea situada a 30 kilómetros de Estrasburgo. Será este impresor el que finalmente acepte imprimir la obra.

El libro se pone a la venta en las librerías alemanas en el mes de julio de 1531. Las autoridades eclesiásticas de Estrasburgo condenaron inmediatamente la obra y prohibieron su venta. En Basilea también se adoptaron las mismas medidas represoras. Curiosamente, fue el propio Servet el que envió ejemplares de su obra al Obispo de Zaragoza, y al propio Erasmo de Rotterdam. El libro también se difundió en Italia. Las reacciones de la Inquisición no se hicieron esperar (vide Contexto histórico de "De Trinitatis Erroribus, libri duo").


CONTENIDO 
Pocos temas han suscitado tanta controversia teológica como el misterio de la Santísima Trinidad. Según el Prof. Bainton, las razones del establecimiento de este dogma por la jerarquía eclesiástica en el siglo IV se remontan a la necesidad de expresar todo lo que la doctrina de la Encarnación implicaba con respecto al ser de Dios mismo. Si Dios se había hecho carne exclusivamente en Cristo, y éste último era también Dios, ¿no podrían los cristianos ser acusados de tener “dos Dioses”?. Y cuando el Espíritu se personalizó, entonces el problema de los dos se convirtió en el problema de los tres. La solución a este dilema lo ofrecía el dogma de la Trinidad, esto es, admitir simultáneamente una unidad y una trinidad en Dios. (R. H. Bainton, “El Hereje Perseguido”, Ed. Taurus, 1973, p. 40).

Servet estudia las Sagradas escrituras y, como afirma en su obra, no encuentra en las mismas ni una sola vez la palabra Trinidad. Por ello, y con tan sólo veinte años, se cuestiona profundamente uno de los dogmas fundamentales del cristianismo. “No deben imponerse como verdades - dice Servet - conceptos sobre los que existan dudas”. Para Servet en Dios hay una sola persona, mientras que la jerarquía eclesiástica postula que en Dios hay varias personas en una sola esencia. En otras palabras, Servet no acepta la división de la esencia divina y considera que las personas de la Trinidad, en realidad, son “formas” o “modos” de manifestarse Dios.

Para Servet, Jesucristo ha sido hecho hombre por Dios Padre y su naturaleza humana le impide ser Dios y participar de la eternidad de éste. Dios es eterno, pero Jesucristo, en la medida en que fue engendrado por el Padre, no puede ser eterno. Esto no significa que Servet minusvalore la importancia que Cristo tiene en la relación hombre-Dios. Para Servet, Cristo es la llave que permite a los hombres entrar en la morada de Dios y participar de su divinidad.


COPIAS DISPONIBLES
Se conservan 128 originales en varias bibliotecas.
En el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra.


REIMPRESIONES / TRADUCCIONES 
El libro fue reimpreso en Ratísbona (Regensburg) en 1721. Una edición facsímil del "De Trinitatis erroribus libri septem" (1531). "Dialogorum de Trinitate libri duo" (1532). "De Iustitia regni Christi, capitula quatuor" (1532), fue elaborada por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt a.M. 1965.

En 1620, el libro se traduce al holandés por Reiner Talle (Regnerus Vitellius, 1558[9]-1619[20]). "Van de Dolinghen in de Drievvldigheyd, Seven Boecken, Eertijds in Latijn beschreven Door Michiel Servetus, gheseyt Reves van Aragonien, Spaenjaerd ...," Amsterdam, 1620.

El libro fue traducido al inglés en 1932 por Earl Morse Wilbur: "On the Errors of the Trinity. Seven Books. By Michael Servet, alias Reves, a Spaniard of Aragon MDXXXI. In The two treatises of Servetus on the Trinity .... Now first translated into English by Earl Morse Wilbur, D.D." (Cambridge: Harvard University Press; London:Humphrey Milford; Oxford University Press; Harvard Theological Studies, 1932).

La traducción al español de esta obra a cargo de Ana Gómez Raval aparecerá en el Volumen II, de las Obras Completas de Miguel Servet editadas por la Ed. Larumbre, Coord. Ángel Alcalá (2003).

Existe también una traducción al idioma catalán por Ana Gómez Rabal: "Dels errors sobre la Trinitat" (Barcelona: Edicions Proa, 1999), con una excelente introducción biográfica de D. Miguel Lavilla Galindo.

En la actualidad la Prof. Rolande-Michelle Benin y Marie Louise Gicquel preparan una traducción al francés de esta obra, que aparecerá próximamente editada por Honoré Champion Editeur (París).


EXTRACTOS 

[Los números hacen referencia a las hojas de la edición original: (a) es anverso, y (b) es reverso]

    "Si dices que no alcanzas a ver diferencia alguna entre Cristo y los demás, ya que todos somos llamados hijos de Dios, respondo que si nosotros somos llamados hijos de Dios es simplemente por su don y gracia,             siendo él el autor de nuestra filiación, y así él es llamado Hijo de un modo más excelente. Por eso se emplea el artículo y a Cristo se le llama el Hijo de Dios, para mostrar que él no es hijo en el mismo sentido general que nosotros, sino en uno muy especial y peculiar. Es hijo natural; los demás no lo son, pero son hechos hijos de Dios, y por eso somos llamados hijos por adopción." (9a)

    "Dios nos dio la mente para que le conozcamos a El mismo" (31a).

    "Ni una sola palabra se halla en toda la Escritura acerca de la Trinidad, ni acerca de las personas, ni sobre la esencia, ni sobre la unidad de sustancia, ni de naturaleza de los varios seres divinos." (32a)

    "Nada puede ser en el intelecto que previamente no haya sido en los sentidos." (33b)

    "Yo no separo a Cristo y a Dios más que una voz del hablante o un rayo de sol. Cristo es el Padre como la voz en el hablante. El y el Padre son una misma cosa, como el rayo y el sol son la misma luz. Un tremendo misterio hay, por lo tanto en que Dios pueda unirse con el hombre y el hombre con Dios. Una sorprendente maravilla, en que Dios haya tomado para sí el cuerpo de Cristo con el fin de hacer de él su morada especial.(59b). Y porque su Espíritu era totalmente Dios, es llamado hombre, lo mismo que por su carne es llamado hombre. No os maravilléis de que lo que vosotros llamáis humanidad yo lo adore como Dios, pues habláis de la humanidad como si estuviera vacía de espíritu y pensáis en la carne según la carne. No sois capaces de reconocer la calidad del Espíritu de Cristo, que confiere el ser a la materia: El es el que da vida cuando la carne nada aprovecha." (59a)

    "En la inhalación y exhalación hay una energía y un vivificante espíritu de divinidad, pues El por su Espíritu sostiene en nosotros el aliento de la vida, dando ánimo a las gentes que están en la tierra y espíritu a los que caminan en ella. Solo El sacudo los cielos y de sus tesoros saca los vientos. El liga las aguas en nubes y produce la lluvia a su momento. El hace todas esas cosas. Solo El realiza milagros eternamente." (59b-60a)

    "Mil veces se le llama eterno al Reino de Cristo, pero en la consumación de los tiempos se lo devolverá a Dios. No quiere esto decir que la gloria de Cristo será por ello disminuida, pues es su mayor gloria el haber regido todo bien hasta el final y haber sometido todo al Padre como quería. Entregará el Reino de Dios, como el general superior del ejército entrega al emperador la palma de la victoria; de la misma manera, tanto más cuanto que toda razón para gobernar terminará entonces, se abolirán los poderes y las autoridades y todo ministerio del Espíritu Santo cesará, pues ya no necesitaremos abogado ni mediador, ya que dios será Todo-en-todo. Y entonces terminará también la Trinidad de dispensaciones." (81b-82a).

    "El hombre no obedece ciegamente sino a una fe adecuada a su naturaleza racional." (109b)


DIALOGORUM DE TRINITATE LIBRI DUO.

De Iustitia regni Christi, capitula quatuor. per Michaelem Servet, alias Reves, ab Aragonia Hispanus, (Haguenau, 1532). Impresa por Johann Setzer


CONTEXTO HISTÓRICO

Pese a las reacciones que "De Trinitatis Erroribus" había suscitado, Servet publica un año después un nuevo tratado sobre la Trinidad planteado en forma de dialogo entre el mismo Servet y un tal Petrucious.

Tanto su primer tratado como este segundo tratado, en el que reafirma sus concepciones sobre el dogma de la Trinidad, fueron firmados por Servet con su verdadero nombre: “Michaelem Servet, alias Reves ab Aragonia Hispanum”.

Ambos libros se difunden con rapidez entre los círculos católicos y protestantes. Estos últimos protestantes censuraron y prohibieron la venta de los libros. En España, dos funcionarios de la corte, el Comendador don García de Padilla y Hugo de Urriés, señor de Ayerbe, descubrieron las obras de Servet y lo denunciaron al Consejo Supremo de la Inquisición española. La reacción de la Inquisición española no se hizo esperar. El 24 de mayo de 1532, el Consejo de la Inquisición en Medina del Campo, inició una inevstigación contra Servet, expidiendo el correspondiente edicto de comparecencia para que éste respondiese de la acusación del Santo Oficio. Aunque no tenemos constancia de que se conserve el edicto de comparecencia contra Servet, es probable que estuviese redactado como sigue:

            El Consejo de la Suprema Inquisición General

            Convoca a Miguel Servet os Revés, nativo de Vilanova de Xixena, de Aragonia, a que venga a responder a la denuncia y actuación que el procurador fiscal le ha impuesto y impusiere contra el.

            Así cumple al servicio de Dios y al bien y augmento de nuestra Santa Fe Catholica.
            Zaragoza, XIII de mayo de MDXXXII


Como Servet no se encontraba en España, los inquisidores convencieron a su propio hermano, mosén Juan Servet, para que fuera en su búsqueda y lo convenciese para que retornase a España. No sabemos si finalmente cumplió su misión y si realmente se encontró con su hermano Miguel. Lo cierto es que, si así fue, su misión fracasó.

El 17 de junio de 1532, la Inquisición de Tolosa en Francia publica un decreto de búsqueda con los nombres de cuarenta sospechosos, la mayoría estudiantes y frailes, acusados de defender ideas antitrinitarias. A la cabeza de esta lista figura Miguel Servet.

Es ésta una época de recelos y persecuciones, por lo que Servet se verá obligado a cambiar de nombre y ocultar su verdadero origen. A partir de ahora, se hará llamar "Miguel de Villanueva" y dirá ser “natural de Tudela en el Reino de Navarra”.


CONTENIDO 
Servet empieza su obra retractándose de todo lo escrito en su primer tratado; no por erróneo, sino por inmaduro. Sin embargo, las modificaciones respecto a la primera obra, son, sobre todo, verbales. Mientras que en su tratado "Sobre los Errores de la Trinidad", Servet había hecho a Cristo el Hijo de Dios, no por naturaleza sino por gracia, ahora a la gracia añadía la naturaleza, porque al Hijo le pertenece la gloria del Padre naturalmente. En cuando al Espíritu Santo, al que antes negaba cualquier aspecto personal, considera Servet que sí se puede considerar que se personalizó habitando en nosotros tras la partida de Cristo.

En la primera obra había distinguido el Hijo encarnado y el Verbo pre-existente, mientras que ahora defendía que el Verbo es Cristo, pero que el Verbo no tuvo sustancia, hasta que Cristo fue revelado y su sustancia se hizo palpable (R. H. Bainton, “El Hereje Perseguido”, Ed. Taurus, 1973, pp. 76-77).

Este segundo libro sobre la Trinidad incluye un tratado de 25 páginas titulado "De Iustitia regni Christi, capitula quatuor" que contiene reflexión acerca de un tema profundamente debatido por los teólogos de la época: la presencia de Cristo en la Eucaristía. Según Servet, en la Eucaristía hay presencia real, pero esta presencia no es física, sino mística. “El cuerpo de Cristo - escribió Servet - es comido místicamente por los hombres” (C 2a). “Es por medio del Espíritu como bebemos la carne de Cristo” (C 5b). "Solo figuradamente hablamos del pan como cuerpo de Cristo” (C 5b). En esto coincidía Servet con los reformadores protestantes Ecolampadio y Bucero. También coincidía con Lutero en cuanto a la presencial real en la Cena, aunque en Servet el Cuerpo de Cristo es carne divina, espiritual y no está localizado sino difuso universalmente.

COPIAS DISPONIBLES
Se conservan 28 originales en varias bibliotecas.
En el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra.

REIMPRESIONES / TRADUCCIONES 
Reimpresa en Ratisbona (Regensburg) en 1721. Una edición facsímil del "De Trinitatis erroribus libri septem" (1531). "Dialogorum de Trinitate libri duo" (1532). "De Iustitia regni Christi, capitula quatuor" (1532), fue elaborada por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt a.M. 1965.

En 1620, el libro se traduce al holandés por Reiner Talle (Regnerus Vitellius, 1558[9]-1619[20]). (vide supra).

Existe una traducción al inglés por Earl Morse Wilbur (1932). (vide supra).

EXTRACTOS
 
    "Todos me parecen tener parte de verdad y parte de error y cada cual espía el yerro ajeno, incapaz de ver el propio. Quiera Dios en su misericordia hacernos ver nuestros errores sin obstinación. Sería fácil juzgar, si a todos se les permitiera hablar en paz en la Iglesia, de modo que todos pudieran rivalizar en el don de la profecía y los que antes se sienten inspirador pudieran escuchar en silencio, como dice Pablo, a los que hablan luego cuando algo les es revelado. Pero hoy día todos rivalizan en el ansia de honores. Quiera el Señor destruir a los tiranos de la Iglesia. Amén." (De Iustitia Regni Christi, 7.)

    "Ni con estos ni con aquellos, con todos consiento y disiento; en todos se ha de ver parte de verdad y parte de error" (Nec cum istis nex cum illis in omnibus consentio. Omnes mihi videntur habere partem veritatis et partis erroris; et quilibet alterious errorem displicit, et nemo suum videt).




CLAUDII PTOLOMAEI ALEXANDRINI GEOGRAPHICAE ENARRATIONIS, LIBRI OCTO.

Ex Bilibaldi Pirckeymheri tralatione, sed ad graeca & prisca exemplaria à Michaële Villanovano iam primum recogniti. Adiecta insuper ab eodem scholia, quibus exoleta urbium nomina ad nostri seculi morem exponuntur. Lugduni, ex officina Melchioris et Gasparis Trechsel fratrum, MDXXXV (1535).


CONTEXTO HISTÓRICO
 A finales de 1532 o principios de 1533, Servet se traslada a París, donde estudia en el Colegio Calvi. Poco después, en 1533, encontramos a Servet en Lyón, donde entrará en contacto con Sinforiano Champier. La elección de Lyón no fue casual, ya que en aquella época se había convertido en un importante centro intelectual. Para ganarse la vida, Seveto se orienta hacia el mundo de los libreros, impresores y editores y, de esta forma, entra a trabajar como corrector de pruebas en la imprenta de los hermanos Melchor y Gaspar Trechsel.

La erudición de Servet, unido a su excelente conocimiento de las lenguas clásicas, determina que hacia 1535 se le encargue la revisión de la Geografía de Ptolomeo, un geógrafo alejandrino del siglo II después de Cristo. En aquella época, la "Geografía de Ptolomeo" era un libro muy solicitado entre las clases cultas, y prueba de ello es que entre 1475 y 1533 se habían publicado 18 traducciones de la misma. Entre todas las traducciones destacaba la del político y humanista de Nüremberg Wilibald Pirckheimer (1524).

El problema de algunas de estas ediciones es que habían sido realizadas bien por excelentes helenistas, bien por excelentes matemáticos, pero no por personas versadas en ambas ciencias, por lo que adolecían de numerosos errores. Servet, excelente helenista y buen matemático, realizará el encargo con una visión global. Como señala el Dr. Solsona, un espíritu cómodo se hubiera limitado a reproducir la obra de Pirckheimer, pero Servet quiso comparar las diferentes traducciones y ediciones, mejorando así los pasajes difíciles con la ayuda de la erudición, histórica y geográfica. (F. Solsona, “Miguel Servet”, Colección Los Aragoneses, 1988, p. 56).

Servet, pues, mejora las ediciones anteriores, incluyendo comentarios breves y sustanciosos, cambiando grados de latitud y longitud, y dando los nombres equivalentes de las ciudades y regiones en las lenguas modernas. En la edición de Servet destacan también las descripciones, muchas de ellas tremendamente mordaces, que Servet hace sobre el carácter y las costumbres de los diferentes países y naciones, y en las que los españoles no salen muy bien parados (véase la reproducción de uno de los extractos de la obra infra).

Por este trabajo, Servet ha sido considerado, no sin cierta exageración, como el padre de la geografía moderna y de la geografía comparada.

Tras el éxito de su primera edición aparecida en Lyón en 1535, Servet lleva a cabo una segunda edición de esta obra que se publicará en 1541.

COPIAS DISPONIBLES
Se conservan 38 ejemplares de la primera edición de 1535 (dos en Madrid) y 24 de la segunda (uno en Madrid, aunque incumpleto).
En el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra.

REIMPRESIONES / TRADUCCIONES
"Claudii Ptolemaei Alexandrini geographicae enarrationis libri octo.... à Michaële Villanovano secundó recogniti .... Prostat Lugduni apud Hugonem à Porta", MDXLI. Lyon 1541.

Algunos fragmentos de esta obra han sido traducidos al inglés. por Charles David O'Malley: "Michael Servetus. A Translation of his Geographical, Medical and Astrological Writings with Introductions and Notes", (Philadelphia: American Philosophical Society, 1953), pp. 15-37.

Existe también una traducción al español del Dr. José Goyanes Capdevila "Descripciones geográficas del estado moderno de las regiones, en la geografía de Claudio Ptolomeo Alejandrino por Miguel Vilanovano (Miguel Servet) precedidas de una biografía del autor" (Madrid, Imprenta y Encuadernación de Julio Cosano, 1932).

EXTRACTOS
Comparación entre la Galia y la Hispania

    "Los galos están dotados de miembros corporales mayores; los de los españoles son más duros; tienen delgadísimo el cuerpo en la cintura. Los galos pugnan con mayor ferocidad que arte, y llevan a la guerra más fiereza que consejo. Los españoles, al contrario." (p. 100).

    "Los galos son más parlanchines; los españoles, más taciturnos, pues aprendieron a disimular mejor. Los galos son alegres, animados, inclinados a banquetes, y huyen profundamente de la hipocresía y la gravedad, que guardan los reconcentrados españoles. Son, pues, los españoles en los banquetes menos sociales, más ceremoniosos, afectando no sé qué severidad, de la que los galos no cuidan."

    "Los galos beben puro; los españoles, diluido en mucha agua. Entre los galos, los forasteros son recibidos humanísticamamente en las hospederías (posadas); ningún oficio se les niega; se les ofrece todo preparado para comer. Entre los españoles se les recibe más dura e incivilmente; de suerte que, cansado el viajero, por el camino, tiene que buscarse la comida de lugar en lugar. Esto hace que los españoles no sean tan avezados a viajar y no quieran gastarse la pecunia tan pródigamente; ni son inclinados a prestar servicios, de tal manera, que ni a un príncipe se digna ofrecérselos un rústico, si no le da la gana."

    "El habla hispánica es más grave; la gálica, más suave." (p. 101).

    "Del gálico suelo casi ninguna parte está ociosa; del hispánico hay muchos lugares incultos y desiertos." (p. 102).

    "En cuanto a dignidades eclesiásticas, es superior en número la Galia, pues tiene 12 arzobispos y 96 obispos; España, 9 arzobispos y 46 obispos. En una y otra el número de cardenales es igual, a saber: 8." (p. 103).

Carácter intelectual de los españoles

    "Es muy inquieto y rumiador (gestador) de grandes cosas el ánimo de los españoles, que son de ingenio feliz, pero aprenden infelizmente. Semidoctos, considéranse ya doctos; muestran sabiduría mayor de la que tienen, por la simulación y una cierta verbosidad. Aman el sofisma más de lo conveniente. Gustan de hablar en las academias más bien en lengua hispánica que en latina, sin dejar de tomar muchos vocablos de los moros. Fácilmente cultivan la barbarie en muchas de sus costumbres y maneras." (p. 104).

Una costumbre de las mujeres hispanas

    "En verdad es considerada por los galos de bárbara la costumbre de las mujeres hispánicas de perforarse los lóbulos de las orejas con un aro de oro o de plata, al que prenden, las más de las veces, alguna piedra preciosa." (p. 105).

Sobriedad de los españoles

    "De la vida frugal, como los italianos, no consumen tanto alimento y bebida como los galos y germanos, a menos que sean invitados, pues entonces se llenan en los banquetes hasta la saciedad, porque para ellos son raros los convites y los toman con mayor avidez." (pp. 105-106).

 La Inquisición y la Santa Hermandad

    " En España se atribuyen gran autoridad los llamados inquisidores de la fe, contra los herejes, marranos y sarracenos, con [“en”, según la traducción de Goyanes] los que se ensañan cruelmente. Hay otra institución de justicia admirable, que llaman Hermandad, pues es una jurada fraternidad de ciudadanos, que a toque de campana, de cada una de las ciudades salen muchos miles de hombres armados, y al que hubiere delinquido lo persiguen por todo el reino, enviando mensajeros a todas las demás ciudades, de suerte que le es casi imposible escapar, y al cogido lo atan vivo al palo y lo atraviesan con flechas". (p. 103-104).

El nuevo mundo no es “América”

    "Y habiendo levantado allí una torre de 39 pies y dejando allí algunos compañeros para custodia y posesión del nuevo orbe hallado por ellos, partió con los demás el mismo Colón en dos naves a España, donde, recibido con grandes honores por los reyes, fue saludado por todos como virrey, almirante y gobernador del dicho Nuevo orbe, por mandamiento de ellos. Y habiendo vuelto nuevamente al continente descubrió nuevas islas, las que dominan felicísimamente los españoles. Y se equivocan grandemente los que pretenden que aquel continente se llame América, como quiera que Américo fue a aquella tierra mucho después de Colón y no fue con los españoles, sino con los portugueses, y con ánimo de comerciar". (p. 176).

De la Galia

    "Los galos fueron llamados así por su color lácteo y cándido, pues significa leche. Hoy son llamados franceses, de los francos, pueblos de Germania, por los cuales fue sometida casi toda la Galia." (p. 107).

Abundancia de abogados y profesores en Francia

    "No sólo de abogados está llena Francia, sino también de profesores de todas las disciplinas; testigo, la Academia de París; después de ella, la tolosana, madre de los jurisperitos, y otras muchas; pero la más ilustre de todas las del orbe es la parisiense, a la cual casi todos los cristianos de Europa concurren para aprender Filosofía, Teología y demás artes liberales." (p. 108).

De los reyes de la Galia

    "Del rey de la Galia cuéntanse dos cosas memorables: primero, que hay en la iglesia de Reims (remense) un vaso que redunda en perenne cristma, enviado del cielo para la coronación del rey, con el que todos los reyes son ungidos. La otra, que el rey mismo, por su solo contacto, cura estrumas o escrófulas. Yo mismo vi al rey que tocaba a muchos atacados de esta dolencia, pero no vi que hubiesen sido sanados." (p. 109).

Germania. Carácter de sus habitantes

    "Son los varones germanos de rojo color, de miembros muy grandes; valerosos para la guerra; sin embargo, son poco sufridos para la sed, el hambre, el calor y los trabajos duros; pero en los primeros ímpetus, es su naturaleza súbita e imperante. Probos, veraces, nada astutos; rara vez uno engaña a otro en la negociación; lo cual, empero, hacen con frecuencia los galos y otros pueblos. Son también los germanos propensos al culto de Dios; pero no fácilmente abandonan sus opiniones una vez imbuidas, ni pueden ser reducidos del cisma a la concordia; al contrario, cada uno defiende con valor su herejía." (p. 113).

Los pobres siempre pierden

    [En este párrafo que se transcribe a continuación, Servet describe la miserable condición del campesinado alemán]

    "La situación de los campesinos alemanes es terrible, viven diseminados en el campo, agazapados en chozas de barro, madera y paja; comen gachas y cuecen hierbas, y solo beben agua y suero; son explotados sin escrúpulo por los funcionarios de cada región y ésta fue la razón de que recientemente hubiera una rebelión de campesinos contra los nobles. Pero los pobres pierden siempre." (Traducción de Fernando Martínez Laínez, “Miguel Servet”, Ed. temas de hoy, 2003, p. 87).

    "Servet se refiere en este párrafo a las revueltas campesinas que habían estallado en Stüblingen, Selva Negra, en junio de 1524 y que se extendieron por toda la región del Rhin, Suabia, Franconia y Turingia., causando miles de muertes."

Italia. Aspecto geográfico general

    "Es región cargada (grávida), preñada de metales, por doquiera vital; su salubridad, perenne; eximia la temperatura del cielo; fértiles los campos; abrigados los collados; muchos los saltos de agua, opacos los bosques espléndidos los linajes (clases) de selvas; admirable por los frutos; fértil en vides y olivos; de noble vellocino el ganado y de magníficos cuellos los toros." (p. 117).

Diferencias entre regiones

    "El color de los italianos y la estatura es muy diversa en la Galia cisalpina y al otro lado del Véneto; el color, ordinariamente blanco; la educación y el lenguaje, más cuidados. Al contrario, a lo largo de la Etruria, en el Lacio, la Campania y en la Brucia, el cabello es negro; la estatura, inferior y macilenta; el lenguaje y la educación, más simples."

Diferencias de costumbres entre italianos

    "No son en todos los italianos iguales las costumbres ni la manera de vivir, ni son las mismas las leyes. Estos se gobiernan por leyes pontificias, aquéllos por leyes cesáreas, otros principalmente por leyes municipales."

    "Tienen todos de común que viven frugalmente, visten con pulcritud, van con la cabeza rapada y se cubren con cortísimas capas hispánicas, mostrando las piernas. Los vénetos, cuya ciudad tiene gran dominio por tierra y mar, visten toga más amplia, cual la usan griegos, turcos, rusos y demás septentrionales. Se deleitan de tal manera en las cosas de sus mayores, que muchas veces llevan los nietos los vestidos que llevaron los tatarabuelos."

    "Abundan en consejo, son tardos en el hablar y áspera su pronunciación. De cierta ridícula magnificencia, oficiosos en las palabras, de suerte que apenas dicen verdad; fingen perdonar las injurias; pero si alguna vez tienen ocasión, nadie se venga con más crueldad; profieren con frecuencia horrendos juramentos y blasfemias. Los milaneses, odiosos a los galos, a los que a su vez odian; cuanto a los españoles, no se fían de nadie. Su conversación es ruda, su lenguaje precipitado, pero mucho más rudo es el de los pedemontanos. En la guerra no sirven, como no sean muchos juntos." (p. 118).

Carácter de los genoveses

    "La conversación de los genoveses es ridícula, y no pueden compararse en letras con los otros; es, sin embargo, elegante su vestido, de manera que no van sayados ni togados. No poseen mucho consejo ni fidelidad. Son aptos para rebelarse, inhospitalarios y olvidadores de los beneficios."

El lenguaje toscano

    "La lengua de los toscanos es, entre los italianos, recomendable."

Carácter de los romanos

    "Son los romanos celosos, y vengan sevérísimamente los adulterios de las mujeres." (p. 119).

Diferencias entre los habitantes de las regiones italianas

    "Búrlanse los napolitanos de los calabros, los calabros de los ápulas, de todos estos los romanos, de los romanos los etruscos, de los cuales, a su vez, búrlanse también otros; y aun de todos los demás mortales se burlan los italianos, los desprecian y llaman bárbaros, siendo ellos, sin embargo, presa, ya de los españoles, ya de los galos, ya de los germanos." (p. 120).

Cerdeña. Origen de la risa sardónica

    "Tampoco nace allí veneno, sino una hierba, celebrada por muchos escritores y poetas, semejante al apiastro, que contraela risa a los hombres y casi mata a los que ríen." (p. 122).

Tabla VII de Europa. Polonia

    "La gente, en general, es prudente y de mucha amabilidad hacia los huéspedes." (p. 124).

Tabla IX de Europa. Hungría. Hungaria

    "Lloran a los difuntos durante un año y a algunos por un bienio. Se rasuran la barba hasta el labio superior. Juzgan como ley del culto la fe ortodoxa." (p. 128).

Costumbre de los turcos

    "Tanto los hombres como las mujeres usan vestidos bastante anchos y largos, abiertos por delante; por lo cual más honestamente al inclinarse puedan hacer con perfección y ocultar la obra de la naturaleza; pues cuídase mucho al hacer esto que no se vuelvan hacia el Mediodía, adonde dirigen de ordinario su cara los que oran, y miran también mucho que al ser observados por cualquier hombre no muestren su torpeza. Mean también agachados, a manera como entre nosotros las mujeres; pues si alguno mease de pie, sería tenido por todos como necio o hereje. Abstiénense, por ley, del vino, porque es el semillero del pecado y de toda inmundicia; sin embargo, comen uvas y beben mosto." (p. 195).

Tabla de Tierra Santa

    "Sin embargo, has de saber, óptimo lector, que, por pura jactancia e injuria, se atribuyó a esta tierra tan gran bondad; puesto que la misma experiencia de mercaderes y peregrinos enseña que ella es inculta, estéril y carente de toda dulzura (comodidad); por lo cual, a la tierra prometida llámala esperada; pero no la alabes en lengua vernácula." (p. 197).

    [Calvino utilizó esta descripción de Tierra Santa como prueba de cargo contra Servet en el proceso de Ginebra, ya que en la Biblia se describe la Palestina de Jesús como una tierra rica en miel y leche]

Tabla neotérica de Creta o de Candia

    "No hay en Creta animal alguno nocivo, serpiente ninguna y tampoco lechuzas, y si alguna se encuentra, muere en seguida. Es copiosa en cabras, necesita (carece de) ciervos; es feracísima en excelente vino. Produce una hierba que se llama dictamos, y la alunosa, que mordida impide el hambre por mucho tiempo. También engendra falangos, venenos y una piedra que se llama el dedo de Ida." (p. 205).


IN LEONARDUM FUCHSIUM APOLOGIA.

Defensio pro Symphoriano Campegio, autore Michaele Villanovano (Lyon, 1536).

CONTEXTO HISTÓRICO
En Lyón, Servet entra en contacto con el médico, teólogo y filósofo, Sinforiano Champier, uno de los más ilustres humanistas del Renacimiento en Francia. Hombre de gran influencia, patrocinó la fundación de la Universidad de la Trinidad en Lyón y, en especial, su facultad de medicina. De hecho, fue Champier quien probablemente influyó en la decisión de Servet de trasladarse poco después a París para estudiar medicina.

Al final de su estancia en Lyón, Servet publica un opúsculo titulado “Apología contra Leonardo Fuchs”. Por aquella época Champier andaba enfrascado en una polémica con Fuchs, cuyo nombre se ha inmortalizado con la flor fucsia y por extensión a su color. Fuchs, médico de profesión y eminente botánico, había atacado ciertas teorías de Champier quien, a su vez, lo había denunciado a la Inquisición por mantener posturas supuestamente heréticas.

CONTENIDO
Servet prepara este folleto en defensa de su maestro y arremete contra Fuchs. Lo paradójico de esta obra es que un supuesto hereje, Miguel Servet, acusa de herejía, a otro supuesto hereje, Leonardo Fuchs.

La obra, que tiene ocho folios en octavo y fue imrpesa en el taller de Gilles Huguetan, consta de un prólogo y tres partes. Un primer epígrafe titulado “Respecto de la fe y las obras”, un segundo epígrafe en el que trata sobre la escamonea, y un último epígrafe sobre la sífilis. En la primera parte de la obra, Servet refuta la doctrina luterana de la salvación sólo por la fe, alineándose esta vez con la iglesia romana al defender que la salvación no está subordinada únicamente a nuestra fe, sino también a nuestras obras. En la segunda parte, Servet se centra en los temas médicos.

Fuchs y Champier disentían en cuanto al uso de una droga llamada escamonea, una especie de resina extraída de ciertas raíces, de acción purgativa muy eficaz, pero que puede ocasionar cólicos si no está bien dosificada. Por esta razón, Champier desaconsejaba su uso. La discusión con Fuchs, sin embargo, giraba entorno a si la skamonia prescrita por los griegos en grandes dosis, era la misma prescrita por los árabes en pequeñas dosis. Fuchs defendía su identidad y Champier su distinción, ya que la escamonea presenta diversos grados de fuerza y composición según las diferentes regiones y, según el Prof. Bainton y el Prof. Barón Fernández, es este último quien estaba en lo cierto.

Finalmente, en cuanto al morbo gálico o sífilis, Servet, al igual que Champier, considera que se trata de una enfermedad nueva de origen supranatural, que debe ser interpretada como una manifestación de la cólera divina, justificada por la corrupción general de las costumbres.

COPIAS DISPONIBLES
Se conservan solamente dos ejemplares en París y en Londres. Existe un facsímil de esta obra editado por Oxford University Press en 1909.
El Instituto dispone de una edición facsími de esta obra.

REIMPRESIONES / TRADUCCIONES
La obra ha sido traducida al inglés por Charles David O'Malley ["Michael Servetus. A Translation of his Geographical, Medical and Astrological Writings with Introductions and Notes", (Philadelphia: American Philosophical Society, 1953), pp. 38-54] y al español por Ángel Alcalá, "Apología contra Fuchs", Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”, Villanueva de Sijena (1981).

EXTRACTOS
[Traducción de Angel Alcalá, "Apología contra Fuchs", Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”, Villanueva de Sijena, 1981]

Sobre la fe y las obras
    "Los luteranos, cuyos argumentos y errores no será arduo refutar ni descubrir, no quieren atribuir ningún valor a las obras, y es que no entienden suficientemente el alcance de la justificación. Para ellos es bastante que el Salvador mismo le diga a cada uno de los que creen en Cristo: «Tu fe te salva, vete en paz». Tal es, por supuesto, la justificación por sola la fe, sin obras, como según Rom. 4 le ocurrió a Abraham." (p. 21).

La fe sin obras puede fenecer
    "La razón estriba en que en el hombre la principal forma sustancial es la causa activa, el deseo mismo, mientras que la fe y las apariencias no pasan de meros instrumentos. Por eso es menester dar alguna consideración a estas acciones, sobre cuyas promesas de felicidad tanto hablan las Escrituras. Bástenos el testimonio de Santiago que, sin comprobarla con obras, la fe misma puede fenecer. Lo mismo que, según los filósofos, la calidad de la virtud disminuye si no se la pone en práctica." (p. 23).

Liquen y sífilis no son la misma cosa
    "En conclusión, Champier no afirma que sean lo mismo el lichen y el morbo gálico, el cual constantemente y de tantas maneras ha enseñado que es una enfermedad nueva, producto de la ira de Dios. Consecuentemente, ya que en este campo tanto Fuchs como Champier comparten la misma opinión, pues aquél reconoce que se trata de una enfermedad nueva y éste también, además de compartir con los teólogos que es muestra de la ira de Dios, ninguna razón había para que Fuchs rebuscara tan ávidamente una ocasión tan trivial como ésta para calumniarlo." (p. 27).



SYRUPORUM UNIVERSA RATIO.

CONTEXTO HISTÓRICO
El 25 de marzo de 1537 Servet se matricula en la Facultad de Medicina de la Sorbona y en el Colegio de Los Lombardos, permaneciendo en París hasta 1538. En dicha Facultad, Servet se codea con los grandes de la cirugía, siendo condiscípulo de Vesalio, padre de la anatomía moderna, y de Ambrosio Parei, un gran cirujano de la época.

Sus profesores supieron pronto apreciar el valor intelectual de Servet. En su “Anatomicarum Institutionum”, Günther von Ardenach, relataba como Vesalio había sido discípulo suyo, y como “Miguel de Villanueva” había asimilado los más diversos conocimientos y no era aventajado por nadie en el conocimiento de la doctrina de Galeno.

Siendo estudiante en París, Servet publica su “Explicación Universal de los Jarabes” en la imprenta de Simonis Colinei en 1537. Éste es precisamente el año en el que Calvino inicia su primera estancia en la ciudad de Ginebra e instaura su teocracia aprovechando los deseos de cambio de las nuevas clases dirigentes de la ciudad helvética.

Servet alcanzó un éxito notable con la publicación de esta obra, de la que se hicieron varias ediciones. Esto hizo que aumentase su fama en París entre las clases cultas. En esta época inaugura un curso de matemáticas en la Escuela de los Lombardos (las matemáticas comprendían lo que hoy conocemos como tal, además de la Geografía, la Astronomía y la Astrología).

La popularidad de Servet en París hará nacer la envidia y el resentimiento en algunos de los profesores de la Facultad, que encontraron la ocasión propicia para enconarse con Servet cuando éste vaticinó en su curso de astrología la aparición de pestes y guerras, y un eclipse de Marte por interposición de la luna. A raíz de esta predicción, Servet es acusado de practicar la astrología judiciaria, prohibida por la Iglesia y condenada con la pena de muerte en la hoguera.

CONTENIDO

Este tratado se distribuye a lo largo de 71 hojas en octavo. Consta de un prefacio y seis discursos, estando los cuatro primeros dedicados a la digestión y el quinto dedicado a estudiar la composición y la utilidad de los jarabes (esto es, de las cocciones edulcoradas que sirven de astringentes, laxantes o tónicos). En el sexto discurso se estudia la metodología de aplicación y los cuidados complementarios.


Se trata, por tanto, de un tratado terapéutico en el que Servet estudia la digestión y ataca las doctrinas de los médicos árabes, intentando demostrar la superioridad de la medicina griega sobre la árabe. Según destaca Servet en la introducción del libro, lo que le ha movido a publicar este estudio es “el deseo de fomentar la medicina, la justa defensa del dogma galénico y el propio amor a la verdad”.

Los griegos y los árabes discrepaban en cuanto al uso de los jarabes y a los efectos que éstos producían en la digestión. Por esta razón, la mayor parte del tratado está dedicado a la “cococtio” o digestión. Según la medicina árabe, el proceso digestivo variaba en los enfermos y en los sanos. Servet, de conformidad con la doctrina galénica, defendía que el proceso digestivo era el mismo en uno y otro caso.

La “concoctio” galénica comprendía tres digestiones: la primera con la formación de la papilla alimenticia o quimo, la segunda que transformaba el quimo en sangre, y la tercera, la que se realizaba en los órganos o tejidos o asimilación. Los árabes defendían la existencia de una “vis concotrix”, independiente de la digestión normal, que actuaba durante la enfermedad y a la que los médicos debían ayudar mediante los jarabes. (Véase José Barón Fernández, “Miguel Servet, Su vida y su obra”, Ed. Espasa Calpe, 1970, p. 95 y M. Fuentes Sagaz, “Miguel Servet (1511-1553)”, Ed. Uriach, p. 64).

Servet refuta esta opinión y se muestra partidario de dejar que sea la propia Naturaleza la encargada de actuar sobre el enfermo en esos casos. Para Servet, sólo existía una digestión y único era también su fin. Por ello, no hay necesidad de administrar jarabes para la función de la concocción, salvo que haya necesidad de regular la función intestinal. Servet preconizaba un nuevo planteamiento en el uso de los jarabes y purgantes, recomendando un uso responsable de los mismos.

COPIAS DISPONIBLES

Se conservan al menos 26 ejemplares originales.

En el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra.

REIMPRESIONES / TRADUCCIONES

Existe una traducción al inglés realizada por, Charles David O'Malley, op. cit., (1953), pp. 55-167.
Asimismo, la obra ha sido traducida al español por el Dr. José Goyanes Capdevila: "Razón universal de los jarabes segun inteligencia de Galeno por Miguel Villanovano (Miguel Servet)". Madrid, Imp. de J. Cosano (1943). Vide también Ana Gómez Rabal, "Explicación Universal a los Jarabes" (Barcelona MRA, 1995).

EXTRACTOS
Traducción al español de J. Goyanes y J. Torrubiano con el título "Razón Universal de los Jarabes", 1935.


Del uso de los jarabes
    "He de advertir expresamente al lector que no soy aquél a quien pintó Campegio en cierta apología contra Fuchs, defensor de las doctrinas de los sabios árabes, sino defensor campegiano de los jarabes digestivos medicinales. Más bien soy de opinión (conforme en esto con Campegio) que hay que abandonar la doctrina de los árabes, y que la administración de jarabes y pócimas no se debe reprobar, pero tampoco emplear en forma bárbara." (p. 308).

Utilidad de los jarabes
    "...sosteniendo que son muy útiles los jarabes o pociones dulces preparadas, no sólo por su virtud de concocer, sino también para otros muchos usos." (p. 310).

Concocción y evacuación
    "Muy distinto es el método que se puede colegir de Galeno, el cual enseña que se conservan a favor de la concocción las materias crudas, las semicrudas y las que tienden a la putrefacción. Pero las que están ya putrefactas, requieren la evacuación, de ninguna manera la concocción." (p. 327).

Intuición de las vitaminas
    "Y que de los verdaderos jugos de hierbas, no sólo Galeno, sino también Asclepiades, Antonio Musa, Filagrio y otros antiguos usaron exprofeso, y elaboraron con ellos pociones dulces, que nosotros llamamos jarabes, lo que demostraremos luego. Y aun las hierbas secas más acres de lo justo no las recomendaremos tanto como los jugos exprimidos, en los cuales está íntegra la virtud de aquéllas, más que en su decocción. Y si hay alguna acuosidad en la hierba fresca, se quitará por la decocción del jugo." (p. 435).

Indicaciones de los diferentes jarabes
    "Cuando temieres, pues, la debilidad de la fuerza de la naturaleza y la acrimonía del humor, usarás de jarabes fríos, según las predichas indicaciones, así como al revés, prescribirás siempre, con Hipócrates y Galeno, los extenuantes e indicentes, cuando pensares hacer fluidos los cuerpos" (p. 448).

Del modo de limpiarse los diferentes órganos
    "Porque el estómago se limpia por el vómito y la deyección; los intestinos, las cavidades del hígado y el bazo, por las partes inferiores; el hígado, los riñones, la vejiga y todas las venas, por el vientre, si están llenas de humor vicioso, y si lo están de poco, por las orinas. El cerebro se evacua por el paladar, las narices y los oídos. El pecho y el pulmón, por la traquearteria." (pp. 464-465).

Consecuencias del abuso de laxantes y enemas
    "Mas si haces deponer muchas veces en las fiebres, destrozarás las energías, antes de que la acostumbres (a la naturaleza). Añádase que por las lavativas no se acostumbra cómodamente la naturaleza, antes bien, irritada por ellas, se olvidará de la deposición espontánea.

    "Y no puede decirse aquí que se ha producido costumbre, pues ésta sólo se consigue en muchas veces, y para nosotros, basta haber evacuado aun una sola vez, para indicar ya el camino al fármaco futuro, para que la naturaleza no lleve con molestia una cosa desacostumbrada y en hora desacostumbrada, principalmente si no se ha facilitado antes la salida por los emunctorios naturales." (p. 468).




MICHAELIS VILLANOVANI IN QUENDAM MEDICUM APOLOGETICA DISCEPTATIO PRO ASTROLOGÍA.

(París 1538).

CONTEXTO HISTÓRICO
En el siglo XVI, el estudio y la práctica de la astrología estaba muy extendido entre las personas cultivadas y clases dirigentes. Incluso los escolásticos aceptaban la utilización de la astrología como ayuda de la medicina, por cuanto admitían que los astros podían influir en el estado anímino de los seres humanos y en la evolución de las enfermedades.

A finales de 1536, Servet, aconsejado por Sinforiano Champier, se traslada a París para estudiar medicina. Para ganarse el sustento, Servet imparte un curso de matemáticas en el Colegio de los Lombardos, entre cuyas materias se encuentra la astrología. Durante el curso, Servet pronosticó guerras, pestes y un eclipse de Marte por interposición de la luna para el 13 de febrero de 1538 (que se cumplió), y se refirió a la influencia de los astros sobre el devenir de los hombres.

El decano de la Facultad de Medicina, Jean Tagault, instó la incoación de un procedimiento contra Servet y le ordenó suspender el curso. Servet reaccionó ante estas acusaciones publicando este pequeño opúsculo de dieciséis páginas ("Apologetica disceptatio pro astrología") en el que defiende la astrología indiciaria o judiciaria para predecir eventos futuros. Sin embargo, debe destacarse que Servet nunca admitió el determinismo astrológico. Para Servet, la voluntad del ser humano siempre puede sobreponerse a la influencia de los astros. “El hombre es libre y recibe de los astros sólo inclinaciones y tendencias”. ("Christianismi Restitutio", p. 259).

CONTENIDO
En esta obra, Servet hace una defensa de la astrología judiciaria y de la necesidad de que los médicos la practiquen para conocer la influencia de los astros sobre el hombre sano y enfermo. Servet afirma que las enfermedades pueden ser adecuadamente conocidas mediante la astrología al permitir predecir tanto la constitución del enfermo como el curso futuro de la enfermedad y su erradicación.

(Para saber más sobre esta obra y los conocimientos astrológicos de Servet, vide Francisco Tomás Verdú Vicente, “Astrología y Hermetismo en Miguel Servet”, Tesis Doctoral presentada en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia, 1998. El Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet, dispone de una copia).

COPIAS DISPONIBLES
En el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” disponemos de una edición facsímil de esta obra.

REIMPRESIONES / TRADUCCIONES
La obra ha sido traducida al inglés por Charles David O'Malley, op. cit., pp. 168-188, y al español por Ángel Alcalá: “Discurso en pro de la Astrología”, Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”, Villanueva de Sijena, 1981.

EXTRACTOS

[Del “Discurso en pro de la Astrología”, traducción de Angel Alcalá, Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”, Villanueva de Sijena (1981)]

Preceptos universales y juicios particulares
    "Veo que mi adversario no conoce la diferencia entre los preceptos universales que fundamentan el arte y los juicios particulares, de suyo siempre inconsistente. Los preceptos de Hipócrates en el «Libro de los pronósticos» son consistentes; pero partiendo de ellos juzgarán las cosas dos médicos de manera distinta y aun completamente opuesta entre sí. Partiendo de unas mismas leyes, dos jueces sostendrán diversa opinión sobre el mismo caso y aun completamente opuesta en virtud de diferentes conjeturas, diferentes prejuicios, diferentes influencias y diferente erudición. ¿Se derribarán por ello las leyes o los preceptos de Hipócrates? ¡En absoluto! " (p. 44).

    "Para formular conjeturas válidas la mente debe hallarse libre de toda influencia extraña (final del discurso)."

DECLARATIONIS JESU CHRISTI FILII DEI LIBRI V. Michaele Servet alias Reves Tarraconensi (París, Circa 1540)
Se trata de un libro extraordinatriamente raro, del que solo se conservan 13 ejemplares originales en Londres, Carpentras (Francia) y Lovaina (Bélgica). Son ediciones hechas a partir de un manuscrito fechado en 1540, que actualmente se conserva en Stuttgart (Hauptaatsarchivee, 1763, Bü.25), siendo generalmente atribuido a Miguel Servet.Sobre este singular trabajo de Servet véase "Miguel Servet. Obras Completas", Coordinador Angel Alcalá Galve, Ed. Larumbe 2004.


EDICIONES DE LA BIBLIA

(Lyon 1542, Lyon y Viena 1542 y 1545).

CONTEXTO HISTÓRICO
En 1542 Miguel Servet es contratado para editar la Biblia del fraile dominico Santes Pagnini (1470-1536. Pagnini, experto en lenguas clásicas había sido profesor en el Colegio de Lenguas Orientales fundado por el Papa León X. Durante más de veinticinco años dedicó sus esfuerzos a traducir los textos bíblicos de su fuente original al latín. La primera edición se publicó en Lyon en 1527/1528, y una segunda edición apareció en Colonia en 1541, editada por Melchior Novesianus. La edición de Novesianus supuestamente fue corregida por Servet y publicada por Hugues De La Porte y Gaspar Treschel en 1542 con el título de "Biblia Sacra ex Sanctes Pagnini translatione".

Igualmente, ese mismo año, estos dos impresores publicarán otra edición de la Biblia ("Biblia sacra ex postremis doctorum omnium vigiliis"), en la que figura un apendice titulado "Summa Totius Sacrae Scripturae" escrito por Servet.

Sin embargo, bajo la responsabilidad total de este, en 1545 será publicada otra Biblia en seis volúmenes por De La Porte y Tresches. Esta última edición de la Biblia es la más enriquecida por las anotaciones y correcciones de Servet, que firma bajo el pseudónimo de Michel De Villeneufve, recibiendo el título de "Biblia Sacra cum glossis, interliniari et ordinaria".

CONTENIDO

Servet insiste en la necesidad de estudiar la historia de los Hebreos para entender mejor el significado de la Biblia, buscando esencialmente su significado literal e histórico. Con la publicación de la "Biblia ex Sanctes Pagnini Translaitione" en 1542, Servet se granjeó en el respeto de los impresores de Lyon. Y nuevamente es mismo año Servet será contratado por la Compagnie des Libraires de Lyon para corregir y evitar una nueva versión de la Biblia de Pagnini con el título de "Biblia Sacra ex postremis doctorum omnium vigiliis"

Finalmente tras tres años de intenso trabajo, otra edición sale al mercado en 1545 bajo el título "Biblia Sacra cum glossis interlinari et ordinaria, Nicolai Lyrani postilla et moralitatibus, Burgensis additionibus, et Thorungi replicis... Omnia ad Hebraicorum et Graecorum fidem iam primum suo nitori restituta, et variis scholiis illustrata. Lugduni anno MDXLV. Cum privilegio regis."

COPIAS DISPONIBLES
El Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” dispone en sus fondos bibliográficos de un ejemplar original de la obra de Santes Pagnini "Institutiones Hebraicae".

De la sucesivas ediciones lionesas de la Biblia se conservan varias copias originales en diferentes bibliotecas.



CHRISTIANISMI RESTITUTIO

Totius ecclesiae apostolicae est ad sua limina vocatio, in integrum restituta cognitione Dei, fidei Christi, iustificationis nostrae, regenerationis baptismi, et coenae domini manducationis. Restitutio denique nobis regno coelesti, Babylonis impiae captivitate soluta, et Antichristo cum suis penitus destructo. M.D. LIII. 734 pp. 8. MVS

CONTEXTO HISTÓRICO
Tras su procesamiento en París, Servet abandona la ciudad del Sena y se traslada primero a Lyón y después a la pequeña localidad de Charlieu, donde practicará plácidamente la medicina durante dos. Hacia 1540 Servet traslada su residencia a Viena del Delfinado, una discreta y tranquila ciudad cercana a Lyón.

La principal razón por la que Servet se traslada a Viena del Delfinado se explica por la presencia en dicha ciudad de Pierre Palmier, quien en París había asistido de oyente a sus lecciones de geografía. El Prof. Bainton advierte que otra de las razones por las que Servet se traslada a Viena obedece a que la firma de impresores Treshsel había establecido una sucursal en dicha ciudad.

Durante doce años, que fueron los más pacíficos de su vida, Servet se dedicará a practicar la medicina y a editar algunas de sus obras más sobresalientes, como la segunda edición de la "Geografía de Ptolomeo" en 1541 y una nueva edición de la "Biblia de Pagnini" en 1545.

En este ambiente tranquilo, Servet se dedica en secreto a elaborar la que será su obra más importante: la "Christianismi Restitutio" (la restitución o restauración del cristianismo). Desde 1546, la obra circulaba de forma manuscrita, aunque desconocemos cuántos ejemplares se pudieron distribuir de esta forma. En 1551, Arnoullet y Gueroult establecen una imprenta clandestina cerca de Viena del Delfinado. Es en este establecimiento donde en 1552 se empieza a imprimir la "Christianismi Restitutio". La impresión se inició el día de San Miguel y finalizó a principios de 1553. Se editaron 800 ejemplares, que no fueron encuadernados, distribuyéndose en fardos de papel para evitar levantar sospechas. El 3 de enero de 1553, el primer fardo de 500 libros escondidos en pacas de heno era enviado a la feria de Frankfurt. Otro envío se dirigió a Lyón para el librero Pierre Merrin, y un tercer fardo fue enviado a un librero de Ginebra. A pesar de todas las precauciones, prácticamente todos los fardos fueron destruidos poco después de salir a la luz.

CONTENIDO
Se trata de la obra más conocida de Servet y en la que condensa todo su pensamiento teológico. El libro está dividido en seis partes. La parte I contiene cinco libros relativos a la divina Trinidad. Estos cinco primeros libros abarcan los mismos temas que trató Servet en su "De Trinitatis Erroribus" (1531).

La parte II se compone de tres libros, que se presentan en forma de diálogo, sobre la Fe y la Rectitud de Cristo, el Reino de Jesucristo y el Amor. Constituyen una exposición detallada de los argumentos elaborados por Servet en su "Dialogorum de Trinitate" (1532).

La parte III, incluye tres libros sobre la Fe y la justicia del Reino de Cristo, sobre las diferencias entre la Ley y el Evangelio y sobre la Caridad comparada con la Fe. Estos tres libros son una reformulación del tratado que Servet adjuntó a su "Dialogorum de Trinitate: De iusticia regni Christi, ad iusticiam legis collata et de charitate".

La parte IV contiene treinta cartas de Servet a Calvino. En la parte V, se enumeran sesenta signos del Anticristo. La parte VI contiene una “Apología contra Felipe Melachton y sus colegas sobre el Misterio de la Trinidad y sus costumbres antiguas” y una autodefensa de Servet contra los ataques de que fue objeto por parte de Melanchton en sus Loci Communes.

La "Christianismi Restituto" no es una obra fácil de leer y de entender en su totalidad, pero ello no es excusa para no intentar resumir el contenido de la misma, recurriendo a los grandes temas y conceptos religiosos que en ella se tratan:

a) El emanantismo de Servet

Según el Prof. Bainton, para Servet, “Dios es el Sumo Uno, fuente de ser dinámico comprometido en perpetua autoelaboración a través de emanaciones de sí mismo por medio de intermediarios tales como la razón, la sabiduría y la palabra, comparables en su manifestación a los rayos de sol. Estas emanaciones descienden del Uno y así la realidad queda graduada en niveles según su destino de la fuente”. (R. H. Bainton, “El hereje perseguido”, Ed. Taurus, 1973, p. 138)

En la "Christianismi Restitutio", Servet escribe:

    "Por contener en sí las esencias de todas las cosas, se nos muestra como fuego, piedra y electricidad, una varilla, una flor, cualquier otra cosa. No se inmuta, él porque una piedra sea vista en Dios. ¿Se trata de una verdadera piedra? Claro que sí: Dios es madera en la madera, piedra en la piedra, por tener en sí el ser de la piedra, la forma de la piedra, la sustancia de la piedra.” ("Christianismi Restitutio", p. 589)

    “Dios confiere ser, esencia, particularidad a todo lo que existe, y sustenta a todos los seres. Nada puede ser sin El: “Dios lo llena todo, hasta el infierno.” ("Christianismi Restitutio", p. 240).

A pesar de este lenguaje cercano al “panteísmo”, Servet, no fue, como han apuntado algunos autores, un panteísta (doctrina que confunde a Dios con el ser de todas las cosas), sino más bien un “panenteísta. Para Servet todas las cosas presentes en el mundo, sean tangibles o intangibles, emanan y son creadas de la nada por Dios por su Palabra, es decir, mediante el Verbo Divino, y en cuanto que emanaciones de Dios participan en diferentes grados de la esencia divina; sin embargo, para Servet, todas esas cosas no “son” Dios, como podría defender un panteísta:

    “Hay un solo modo divino, el más insigne y principio de todos los demás. Tal es el de la plenitud de la sustancia, el modo divino sin sustancia, que está sólo en el cuerpo y en el espíritu de Jesucristo. Modo, pues, como se ve, doble, por tratarse de dos personas (manifestaciones). Un modo es la manifestación en la Palabra, el otro es la comunicación en el Espíritu; uno corporal, otro espiritual. Ambos son modos sustanciales, que dan el ser a las demás cosas, tanto en el cuerpo como en el espíritu... De aquí derivan todas las demás cosas, igual que las ramas de un mismo tronco, igual que los renuevos de una misma raíz, como los pámpanos de una misma cepa.”

b) En torno a la Trinidad

Servet retoma en esta obra sus concepciones sobre el dogma de la Trinidad, ya apuntadas en sus obras de juventud. Servet no fue, como se ha dicho un antitrinitario. Lo que combate Servet es la formulación trinitaria del Credo Niceno. Por ello, puede afirmarse que Servet creía en la Trinidad, pero la interpretaba, apoyándose en la razón, de manera diferente a la de la jerarquía eclesiástica. Su concepción sobre Dios, de clara influencia neoplatónica, condicionará la visión servetiana sobre el misterio de la Santísima Trinidad.Tras estudiar la Biblia con detenimiento, Servet, advierte que no se encuentra en ella ninguna referencia a la palabra Trinidad, por lo que llega a la conclusión de que dicho dogma ha pervertido el entendimiento de la verdadera relación entre Dios y Cristo, y entre Dios y los hombres. De esta forma, el pensamiento de Servet, engarza con el de aquellos que cuestionaron con anterioridad la validez del misterio de la Trinidad.

A diferencia de los defensores tradicionales del misterio de la Trinidad, para Servet no existe una distinción real entre las tres personas de la Trinidad. Éstas no son personas sino modos o formas de manifestación de la divinidad. Para Servet, Cristo fue Dios cuando se hizo hombre y, por ello, carecía de esa cualidad divina con anterioridad. Servet admitía que Jesucristo era hijo de Dios, pero sólo después de su aparición en la tierra. El Verbo es la forma y preexistió con el Padre. Pero la carne es materia. Cristo es la combinación de ambas y, por lo tanto, no ha podido preexistir a esa unión.

Cristo fue un hombre histórico real, pero era más que un simple hombre porque era el Hijo natural de Dios, lo que lo diferenciaba del resto de los hombres, que eran hijos “adoptivos de Dios”. En cuanto al Espíritu Santo, para Servet no era una persona/hipóstasis aparte de Dios, porque ese razonamiento conduce al triteísmo.

Con estas afirmaciones, Servet disentía de católicos y protestantes (que afirmaban la consustancialidad de Cristo con Dios, por lo que Jesucristo debía decirse “eterno”), pero también de aquellas sectas o movimientos religiosos escindidos del protestantismo que negaban abiertamente el carácter divino de Jesucristo.

c) Su Cristocentrismo

El rechazo de Servet a la interpretación del dogma de la Trinidad por la curia romana no significa que Jesucristo no juegue un papel esencial en el sistema teológico de Servet. Se ha dicho de Servet que fue un cristocentrista, por cuando que Jesucristo es el intermediario indispensable que permite a los hombres conocer, acercarse, e incluso, elevarse hasta a Dios.

A diferencia del Calvinismo y, en cierto sentido, también del Catolicismo, para el que los hombres tenían una naturaleza intrínsecamente corrupta que les impedía acercarse a Dios, para Servet el hombre es capaz de unión con Cristo y, a través de Cristo con Dios, de forma que “lo divino ha bajado hasta lo humano para que lo humano pueda ascender hasta lo divino” ("Christianismi Restitutio", p. 279).

Para el Prof. Hillar, esta cercanía del hombre a Dios, incluso después del pecado original, es la característica más relevante del humanismo de Servet y lo que lo diferencia de otros humanistas (M. Hillar, “Michael Servetus”, University Press of America, 2002, p. 102).

Según Servet:

    “En la Biblia no hay menciones a la Trinidad, ni hipóstasis, ni esencia ni personas, que fueron luego puestas por los escolásticos para confundir [...]. Nosotros conocemos Dios no por nuestras orgullosas concepciones filosóficas, sino a través de Cristo que se manifiesta en Él, y solamente a través de la fe en él podemos conocer a Dios. Cristo es un ser visible y no una mera hipóstasis. Dios no toma forma corporal sino en Cristo.”

    “Nuestro hombre interior no es sino Cristo mismo. Lo cual no equivale a decir que somos lo mismo que Cristo, pues nadie es lo mismo que otra persona. Pero Cristo nos comunica su gloria: ‘La gloria que tu me diste, yo se la he dado a ellos, para que yo esté en ellos como tú, Padre en mí´ [(Juan 17)]. Cristo es llamado nuestro hombre interior, porque nos comunica su espíritu que nos renueva cada día. Cuanto más renueva Cristo nuestro espíritu por el fuego del suyo, más penetra en nuestro cuerpo, más crece en Cristo nuestro hombre interior: mientras El se forma en nosotros, declina el hombre exterior. Nuestro hombre interior consiste en el elemento divino, de Cristo, y el humano, de nuestra naturaleza, de modo que con toda propiedad se nos llama partícipes de la naturaleza divina y se dice que nuestra vida está escondida en Cristo. ¡Oh gloria incomparable! ¿No estará en nosotros el Reino de Dios, si Cristo que está en los cielos está en nosotros, haciéndonos lo que El es? Nuestro hombre interior es realmente celestial. Del cielo ha venido, de la substancia de Dios, de la voluntad de la carne, sino de Dios. Nuestro hombre interior es Dios, como Cristo es Dios. Nuestro hombre interior es Dios, como Cristo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. Como previendo esta verdad dijo el Salmista: ´Yo lo he dicho, sois dioses’. Y como el Dios uno en mucho los hace Dioses, así el Cristo uno en muchos los hace a la vez cristos y dioses.”("Christianismi Restitutio", p. 557-59.)

d) El anabaptismo de Servet

Servet sólo admitía dos sacramentos, el bautismo, cuando la persona tuviese uso de razón, y la Cena o la Misa. Por tanto, compartía con los anabaptistas el rechazo al bautismo de los párvulos. Con el término anabaptista se designa a varios grupos de reformadores radicales partidarios del bautizo sólo en adultos. El movimiento anabaptista adquirió un significado eminentemente político bajo la dirección de Thomas Münzer (1490-1525), primero colaborador de Lutero y luego su adversario, y la de Nicolás Stroch. Los anabaptistas se caracterizaban por su rigorismo moral, la sencillez de su culto y su anhelo de justicia social, por lo que fueron perseguidos duramente por todas las iglesias reformadas.

De hecho, su principal dirigente, Thomas Münzer fue apresado y decapitado. Ajusticiados sus principales dirigentes, los anabaptistas se reorganizaron bajo la jefatura de Juan de Leyden, adueñándose de la ciudad de Münster, de donde fueron arrojados y exterminados en 1535.

El anabaptismo de Servet se mantuvo siempre en los límites de lo estrictamente religioso, por lo que no abrazó los postulados político-sociales de rebeldía contra el poder feudal propugnados por algunos revolucionarios anabaptistas y que en Alemania alentaron las revueltas campesinas de 1524.

Servet fundamenta su rechazo al bautismo de los párvulos en la trascendencia que el bautismo tiene para el cristiano como acto iniciático de redención en Cristo ("Christianismi Restitutio", pp. 724-725). Ese profundo acto de regeneración a una nueva vida espiritual sólo tiene sentido cuando los hombres alcanzan una edad en la que pueden distinguir entre el bien y el mal, y, en consecuencia, ser tentados por el demonio ("Christianismi Restitutio", pp. 574-578). Para Servet, esto suele acaecer hacia los veinte años, por lo que antes de dicha edad no debe administrarse el sacramento del bautismo ("Christianismi Restitutio", p. 568). En este sentido, Servet recomendaba esperar hasta los treinta años para ser bautizado, siguiendo de esta forma el ejemplo del propio Cristo ("Christianismi Restitutio", p. 577).

e) La circulación de la sangre

En el libro V (páginas 168 a 173) se encuentra el famoso pasaje de la circulación pulmonar.

Quienes se pregunten por qué este descubrimiento científico se contiene en un libro de teología deben buscar la respuesta en el carácter integrador del pensamiento de Servet. Como hijo del Renacimiento, la teología, la medicina, la filosofía y el resto de las ciencias no son vistos como compartimientos estancos sino como saberes conexos y complementarios que permiten al hombre comprender el universo en su globalidad.

Servet descubre la circulación de la sangre porque el conocimiento del mundo sensible le permite comprender la relación entre Dios y el hombre. Para Servet, el hombre puede aspirar a comunicarse con Dios siguiendo el ejemplo de Cristo. Para que esta comunicación se produzca, debe de haber en el hombre una “chispa” de divinidad, que Servet identifica con el “pneuma”. En esta época, el “pneuma”, lo respirado era sinónimo de alma. El alma, según la tradición bíblica, fue inyectada por Dios al hombre a través de la respiración.

Servet pensó que, si el alma estaba en la sangre, la mejor forma de comprenderla era estudiar la circulación sanguínea. Por ello, a Servet le interesaba más el circuito recorrido por el alma o espíritu que el curso de la sangre en sí misma. En su búsqueda, Servet descubre que, contrariamente a la concepción galenística de la circulación, la transmisión de la sangre del ventrículo derecho del corazón al ventrículo izquierdo no se produce a través de los poros del tabique del corazón, sino a través de un “magno artificio”, por el que la sangre es impulsada desde el ventrículo derecho hacia los pulmones para su oxigenación, pasando luego al ventrículo izquierdo del corazón.

f) El Papa es el Anticristo

“Quien verdaderamente crea que el Papa es el Anticristo, creerá también verdaderamente que la Trinidad papística, el bautismo infantil y los otros sacramentos del Papado son doctrinas de los demonios. ¡Oh, Cristo, hijo de Dios, libertador clementísimo, que tantas veces liberaste de angustias a tu pueblo!: Líbranos, miserables, de esta cautividad babilónica del Anticristo, de su hipocresía, de su tiranía y de su idolatría. Amén.” (Signa Sexaginta Regni, Antichristi, et reuelelatio eius, iam nunc praesens (conclusio); Sesenta signos del Reino del Anticristo, y su realización, presente ya, p. 670

COPIAS DISPONIBLES
De esta obra fueron impresos unos ochocientos ejemplares, de los que tan sólo se conservan tres ejemplares originales. Uno en la Biblioteca Imperial de Viena, otro en la Biblioteca Nacional de París y el tercero en la Universidad de Edimburgo (en este último caso se trata de un ejemplar incompleto al que le faltan las 16 primeras páginas). Lawrence y Nancy Goldstone explican las vicisitudes de esta obra única en la historia de la teología en su libro “Out of the Flames, The Remarkable Story Of A Fearless Scholar, a Fatal Heresy And One Of The Rarest Books In The World”, New York Boadway Books, 2002.

Una edición facsímil de esta obra fue elaborada por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt a.M. 1965.

En el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet” disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra.

REIMPRESIONES / TRADUCCIONES

Un fragmento de la "Christianismi Restitutio" fue impreso por Gregorius Paulus (Grzegorz Pawel), quien tradujo algunos fragmentos al idioma polaco en 1568(¿): "Okazanie Antychrysta y iego Królestwa ze znaków iego wlasnych w slowie bozym opisanych, których tu szescdziesiat". [El advenimiento del Anticristo y su reino, de conformidad con sus propios signos como se describen en la Palabra de Dios. Se trata de sesenta signos.]

En 1790, Christoph Gottlieb von Murr (1733-1811) realiza una nueva impresión de la Christianismi en Nuremberg. Esta misma edición fue impresa en un facsímil por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt an Mein, 1966. Von Murr realizó una nueva impresión de una impresión realizada en Viena, que se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Harvard.

A finales del siglo XIX, la Christianismi Restitutio es traducida al Alemán por Bernhard Spiess: "Wiederherstellung des Christentums", Wiesbaden. Verlag von Chr. Limbarth. 1892, 1895, 1896, en tres volúmenes.

En 1980 aparece la primera traducción al español de la "Christianismi Restitutio" a cargo de Angel Alcalá y Luís Betés: “Miguel Servet, Restitución del Cristianismo”. Edición, introducción y notas de Ángel Alcalá (Madrid, Fundación Universitaria Española, 1980). Esta primera traducción no incluye las "Treinta Cartas a Calvino" y "Los Setenta signos del Anticristo", ambos escritos fueron incluidos por Servet en su "Christianismi Restitutio".

Un año después se traduce al español las "Treinta cartas a Calvino" y "Los Sesenta signos del Antichristo". "Apología contra Melanchton". Edición de Ángel Alcalá (Madrid, Ed. Castalia,1981).

EXTRACTOS
 [Traducción de A. Alcalá y L. Betés, 1980. (El primer número, entre paréntesis, hace referencia a la página de la edición original; el segundo, entre corchetes, a la traducción de Alcalá y Betés)]

Espíritu natural, vital y animal. Localización

    "Así pues, para que adquieras completo conocimiento del alma y del espíritu, voy a incluir aquí, lector (cristíano), una filosofía divina que entenderás con facilidad, si estás versado en anatomía. Suele decirse que hay entre nosotros tres espíritus formados de la sustancia de los tres elementos superiores: el natural, el vital y el animal. El espíritu vital és el que por las anastomosis se comunica de las arterias a las venas, en las que recibe el nombre de espíritu natural. El primero, pues, es la sangre, cuya sede está en el hígado y en las venas del cuerpo; el segundo es el espíritu vital, cuya sede está en el corazón y en las arterias del cuerpo; el tercero es el espíritu animal, una especie de rayo de luz, cuya sede está en el cerebro y en los nervios del cuerpo. En los tres está la energía del único Espíritu y Luz de Dios". (p. 169) [330-332].

El alma está en la sangre

    "Que el espíritu natural sea comunicado por el corazón al hígado lo demuestra la formación del hombre desde el útero, pues por cordón umbilical discurre la arteria unida a la vena, y asimismo en nosotros, después, siempre van unidas arteria y vena. El alma le fue inspirada por Dios a Adán antes al corazón que al hígado, siéndole comunicada a éste desde el corazón. El alma le fue infundida realmente por inspiración en su rostro y narices; pero esa inspiración se dirige al corazón. El corazón es lo primero que vive, la fuente de calor en medio del cuerpo."

    "Toma del hígado el líquido de la vida, como su materia, y a su vez lo vivifica; de la misma manera que el líquido del agua suministra la materia a los elementos superiores y luego, al recibir la luz, es vivificado por ellos para germinar. De sangre del hígado consta la materia del alma, mediante una maravillosa elaboración que ahora vas a escuchar. Por eso se dice que el alma está en la sangre, y que el alma misma es la sangre o es-' píritu sanguíneo. No se dice que el alma esté principalmente en las paredes del corazón, ni en la masa del cerebro o del hígado, sino en la sangre, como enseña Dios mismo." (Gen. 9; Lev. 17; Deut. 12) (pp. 169-170) [332].

Circulación pulmonar

    "Para entender todo esto hay que entender primero cómo se produce la generación sustancial del propio espíritu vital, el cual está constituido y alimentado por el aire aspirado y por una sangre muy sutil. El espíritu vital tiene su origen en el ventrículo izquierdo del corazón, y a su producción contribuyen principalmente los pulmones."

    "Se produce en los pulmones al combinarse el aire aspirado con la sangre sutil elaborada que el ventrículo derecho del corazón transmite al izquierdo. Pero este trasvase no se realiza a través del tabique medio del corazón, como corrientemente se cree, sino que, por un procedimiento muy ingenioso, la sangre sutil es impulsada desde el ventrículo derecho del corazón por un largo circuito a través de los pulmones. En los pulmones es elaborada y se torna rojiza, y es trasvasada desde la arteria pulmonar a las venas pulmonares."

    "Luego, en la misma vena pulmonar se mezcla con aire aspirado, [y] por espiración se vuelve a purificar de la fulígine; y así, finalmente, la mezcla total, material apto ya para convertirse en espíritu vital, es atraída por la diástole desde el ventrículo izquierdo del corazón." (p. 170) [333-334].

Argumentos a favor de la circulación pulmonar

    "Ahora bien, que se realice [de este modo] a través de los pulmones esa comunicación y elaboración, lo demuestra la variada conexión y comunicación de la arteria pulmonar con la vena pulmonar en los pulmones, y lo confirma el notable tamaño de la arteria pulmonar, ya que ella no hubiera sido hecha tan grande, ni enviaría tal cantidad de la sangre más pura desde el corazón a los pulmones, simplemente para alimentarlos, ni de esta suerte podría ser útil el corazón a los pulmones. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, anteriormente, en el embrión, los pulmones se nutrían de otra fuente, a causa de que esas membranitas o válvulas del corazón no se abren hasta el momento del nacimiento, como enseña Galeno."

    "Es, pues, evidente que tiene otra función el que la sangre se vierta tan copiosamente del corazón a los pulmones, precisamente en el momento de nacer. Lo mismo prueba el hecho de que los pulmones no envían al corazón, a través de la vena pulmonar, aire solo, sino aire mezclado con sangre. Luego tal mezcla tiene lugar en los pulmones: los pulmones dan a la sangre oxigenada ese color rojizo, no el corazón [el cual más bien se lo daría negro]."

    "En el ventrículo izquierdo del corazón no hay [además] suficiente espacio para tan grande y copiosa mezcla, ni actividad capaz de darle ese color rojizo. Por último, dicho tabique intermedio, al carecer de vasos y de mecanismos, no resulta idóneo para semejante comunicación y elaboración, por más que pueda resudar algo." (pp. 170-171) [3341.

Entendimiento enriquecido por los sentidos

    "No sólo está enriquecido el entendimiento por la vista, que nos hacer descubrir muchas diferencias entre las cosas, sino también por los objetos de los otros sentidos, todos los cuales presentan cierta afinidad con nuestro espíritu luminoso. Dicha afinidad proviene de la forma sustancial de todos, que es la luz, y del mismo modo espiritual de obrar de cada uno. Pues el sonido y el olor son a manera de espíritus, y como tales son percibidos y actúan en nosotros. La percepción auditiva se realiza excitando el espíritu interior, en el que residen la luz del alma y el ritmo de la armonía espiritual". (pp. 176-177) [343-3441.

Olfato, gusto, tacto

    "Algo semejante cabe decir del olfato. En cuanto a los objetos del gusto y el tacto, aunque parecen más corporales, tienen, no obstante, capacidad para estimular el alma: aquéllos por la humedad, éstos por la resistencia". (p. 177) [3441.

Topografía anatómica de las funciones

    "Así que en el cerebro hay cuatro ventrículos y tres sentidos internos. Los dos primeros ventrículos constituyen un solo sentido común, receptor de las imágenes. El pensamiento está en el ventrículo medio, y la memoria en el último". (p. 177) [344].

La respiración

    "La mayor parte del aire aspirado es conducida por la arteria tráquea a los pulmones para que, una vez elaborado por ellos, continúe hasta la vena pulmonar, en la cual se mezcla con la sangre rojiza y fluida y vuelve a ser elaborado. A continuación, toda la mezcla es atraída por la diástole desde el ventrículo izquierdo del corazón, y en él, por el vigoroso y vivificante poder del fuego allí contenido, adquiere su forma definitiva y se convierte en espíritu vital, después de haber expulsado durante la elaboración muchos residuos fuliginosos". (p. 178) [345].

Dios, fin de todo

    "El fin de todo es el hombre y el fin del hombre es Dios; Dios lo ha hecho todo por el hombre y por medio de Cristo, que es alfa y omega". (p. 245) [430]

Pompa papal

    "Con mis propios ojos he visto yo mismo cómo lo llevaban con pompa (al Papa) sobre sus hombros los príncipes, fulminando cruces con la mano, y cómo lo adoraba todo el pueblo de rodillas a lo largo de las calles. Llegaban al extremo de que los que podían besarle los pies o las sandalias se consideraban más afortunados que los demás y proclamaban que habían obtenido numerosas indulgencias, gracias a las cuales les serían reducidos largos años de sufrimientos infernales. ¡Oh, Bestia, la más vil de las bestias, la más desvergonzada de las rameras!" (p. 462) [683].

El don de curación

    "Una cosa es cierta: que tanto los profetas como los apóstoles, además del don de curar, echaron mano de otros remedios. Por eso pudieron conservar con más facilidad el remedio de costumbre, al servirse del don de curación, pues los judíos solían ungirse con aceite tanto por razones de aseo como de salud, y la unción con óleo estaba incluida entre las bendiciones de la Ley..: Asimismo en las Sagradas Escrituras ungir con aceite equivale a aplicar un medicamento." (pp. 563-564) [794].

Libertad y maldad

    "Es nuestra maldad la que frecuentemente convierte en esclavo nuestro libre albedrío, cuando en determinados momentos plantea la alternativa de la libertad y la rechaza." (p. 568) [800].



OTRAS POSIBLES OBRAS DE SERVET

Se postula que pueden existir obras en las que Servet pudiera haber participado. De todas maneras, con la posible excepción de los "Los Retratos o Tablas de las historias del Testamento Viejo, hechas y dibuxadas por un muy primo y sotil artífice" (1543), hasta la fecha ninguna copia de estos posibles trabajos ha podido ser atribuida a Servet. Estas otras posibles obras de Servet incluirían trabajos como: "Tratado Médico Dioscórides", otras ediciones de la Biblia y las gramáticas españolas cuya autoría servetiana no ha podido ser aún probada con argumentos sólidos y definitivos (véase: Ángel Alcalá, "Miguel Servet, Obras Completas" Vol.I, "Bibliografía: I. Obras de Miguel Servet y cómo son asequibles", Ed. Larumbe, 2003).

    a) "Tratado de Gramática del latín al español", mencionado por Jean Frellon en su declaración del 23 de mayo de 1553. Impreso en Lyón.

    b) “Desirerium peregrinus”. Lo menciona Latassa. Es un Tratado místico manustrito.

    c) “De Coena Domini”. Anunciada en el diálogo II en “De Trinitatis Erroribus”.

    d) Edición del "Dioscórides" (1546-47)

Durante su estancia en Lyón, Servet habría editado también el Tratado de “Materia Médica” de Dioscorides (el “Dioscórides”). Dioscórides fue un médico griego que vivió en el siglo I de nuestra era, siendo el autor de una de las principales obras médicas hasta el siglo XVIII en las facultades de medicina de Occidente.

    e) “De circuncissione liber”. Prometida por Servet en el diálogo I de la Trinidad.

    f) “De votis”. Anunciada en el capítulo VI de “Diálogos de la Trinidad”.

    g) “De servo arbitro”. Descrita por Latassa.

    h) Edición de la "Summa Theologica" de Santo Tomás. Lo mencionó Jean Frellon en su declaración de 23 de mayo de 1553.

    i) “Retratos o tablas de las historias del Testamento Viejo, hechas y dibuxadas por un muy primo y sotil artifice. Iuntamente con una muy breve y clara exposicion y declaracion de cada una dellas en Latin, con las quotas de los lugares de la sagrada scritura de donde se tomaron, y la mesma en lengua Castellana, para que todos gozen dellas,” (1543)

Al igual que en el caso del "Dioscorides", no existen pruebas concluyentes que permitan afirmar que Servet participó en la edición esta obra. Vide en este sentido Francisco Javier González Echeverría, ed., Hans Holbein el Joven y Miguel Servet Retratos o tablas de las historias del Testamento Viejo, Lyon 1543 (Pamplona: Gobierno de Navarra, Departamento de Salud y Caja Navarra, 2001).

    j) “Opusculo sobre la estructura de las ocho partes de la oracion con los comentarios de Junio Rabirio y con traducción española, en Lyon en al oficina de Juan Frellon"(1549). ("De octo orationis partium constructione cum commentariis Iunii Rabirii et Hispanica interpretatione, Lugduni, apud Ioannem Frellonem". 1549.)