En los muros perimetrales se narraban pasajes del Nuevo Testamento, donde aparecían once escenas referentes a la vida de Jesús. En la actualidad sólo se conservan las pinturas del ala sur y parte del ala este. El resto fueron destruidas durante la Guerra Civil o ya habían desaparecido con anterioridad. Hasta finales del siglo XIX, las paredes estaban recubiertas de cal y ocultaban las pinturas del Nuevo Testamento. En los intradoses de los arcos se representaban las Genealogías de Cristo que actuaban como elemento unificador de los dos ciclos anteriores. En cada arcada se representaban catorce bustos siguiendo las Genealogías según el evangelista Mateo, partiendo del muro norte para encontrarse a continuación con las Genealogías según San Lucas que iniciaban en el ala sur. El estilo y la cronología de las pinturas murales de la Sala Capitular de Sijena son todavía hoy motivo de controversia, dado que existen diversas hipótesis debido a la inusual factura de las pinturas dentro del marco de la pintura aragonesa y peninsular del momento. Los diferentes estudios realizados se decantan por una corriente bizantina que podríamos situar en torno al 1200 y que habría penetrado en el cenobio a través de la presencia de un pintor inglés. La “tesis inglesa” se basa en la aparente relación de las pinturas con los manuscritos ingleses del momento. Se ha querido ver ciertos puntos de contacto entre las pinturas de la Sala Capitular de Sijena y el Salterio de Canterbury (conservado en la Biblioteca Nacional de París), la Biblia de Winchester (Catedral de Winchester), la Hoja Morgan y el Salterio de Westminster. Según esta teoría, el artista habría viajado previamente hasta el reino normando de Sicilia, entrando en contacto con los mosaicos sicilianos y la pintura monumental de la isla, impregnados de un fuerte bizantinismo que irradiará por el resto de Italia, el área mosana, el norte de Francia e Inglaterra. En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, el Monasterio será incenciado por una columna de anarquistas con consecuencias fatales para las pinturas de la Sala Capitular. Éstas se pierden prácticamente y desaparecen los intensos colores que acentuaban el naturalismo y plasticidad de las mismas. Se perdía así lo que ha sido calificado como “quizás el más grande conjunto de pinturas de principios del siglo. XIII en toda Europa” . Actualmente las pinturas que se salvaron del fuego pueden contemplarse en la sala dedicada al arte románico del “Museo Nacional de Arte de Cataluña” (MNAC) a donde fueron trasladadas en calidad de depósito en 1945. Como testimonio de lo que fue la Sala Capitular, nos quedan las fotografías que Gudiol Ricart hizo en 1936 poco antes del inicio de guerra, y que a pesar de no reflejar el color de las pinturas dan una clara muestra de su calidad artística y originalidad. Artículo de D. Antonio Beltrán sobre la situación de las pinturas de la Sala Capitular (PDF 1,32mb). |
Se trata de un retablo de alabastro policromado antiguamente situado en una capilla dedicada a Santa Ana, emplazada en Claustro del Monasterio. De estilo renacentista data del siglo XVI y se atribuye a Gabriel Yoly, artista aragonés de la época.
I. El Retablo de Santa Ana
El cuerpo está distribuido en tres calles. En el registro inferior, de izquierda a derecha se representaban San Juan Evangelista y San Juan Bautista, de los que actualmente sólo se conserva la figura del segundo, a continuación los desposorios de la Virgen en la parte central y seguidamente dos anacoretas. En el centro del retablo, el Nacimiento de la Virgen, Santa Ana y la Virgen con el Niño y la Presentación de la Virgen en el Templo. En el coronamiento Dios Padre abrazando a Cristo. Actualmente se conserva parcialmente en el Museo Diocesano de Lérida, en la Iglesia de “Sant Martí”.
II. El Retablo del Niño Jesús
Retablo de alabastro policromado atribuido a Gabriel Yoly, de inspiración toscana cuatrocentista datado de principios del siglo XVI, en el que se relata la vida de Jesús. En el centro se representa la Piedad, a la izquierda un tema de difícil apreciación y a la derecha la Anunciación. En la calle central nos aparece Jesús entre los doctores flanqueado por San Cristóbal a la izquierda y San Jerónimo penitente a la derecha. En el coronamiento la Oración en el Huerto. En la actualidad sólo se conservan cinco piezas en el Museo Diocesano de Lérida, en la iglesia de “Sant Martí”.
III. Retablo de la Virgen
Retablo dedicado a la Virgen, vendido en 1918 al Museo de Arte de Cataluña (MNAC) Atribuido a los hermanos Serra, data del siglo XIV. El retablo se compone de cinco calles, de las cuales la central es de mayor altura, y de una predela. En la calle central, en el primer piso, aparece la Virgen con el Niño, flanqueada por Santa Catalina y Santa María Magdalena y a sus pies fray Fontaner de Glera, mecenas de la obra y Comendador de Sijena en el momento de ejecución de la obra. En el segundo piso el Calvario de Cristo. En las calles laterales se representan doce escenas de advocación mariana relacionadas con los Gozos de la Virgen. En la tabla central de la predela se observa el tema de la Santa Cena y a los lados cuatro Milagros Eucarísticos de claro contenido antisemítico, relacionados con el maltrato de la Sagrada Forma por parte de los judíos y una mujer sarracena. | |
IV. Retablo de la Piedad
Atribuido al Maestro de Sijena, se encontraba en la capilla de San Pedro, ubicada en el Panteón Real. El retablo estaba compuesto de ocho tablas, una predela y una fornícula central que albergaba la figura en plata de la Virgen del Pilar, hoy desaparecida. Actualmente se conservan en el Museo Diocesano de Lérida las tablas de la Trinidad, Jesús con la cruz al hombro, Visita de las Marías al sepulcro, San Pedro y San Jerónimo, San Cosme o Damián y las pinturas de la predela en la que se representan los misterios de gozo de la Virgen (anunciación del ángel a María de que nacerá Jesús, visita de María a su prima Isabel, María da a luz a Jesús, pesentación de Jesús en el templo y María encuentra a Jesús en el templo. La tabla principal, que acogía la representación de la Piedad, Santiago y San Agustín y San Cosme o Damián, ha desaparecido. En el registro inferior del retablo, una inscripción hace referencia a las donantes de la obra, Maria Juana Ximénez de Urrea y Doña Lucrecia Porquet, que data del año 1517.
V. Retablo Mayor de Sijena
El Retablo Mayor (siglo XVI) debió de ser desmantelado en el siglo XVIII para sustituirlo por otro de aproximada cronología y que fue destruido durante el incendio de 1936. En el siglo XIX las tablas de las que se componía quedaron dispersas, desconociéndose el paradero de algunas de ellas. Actualmente se conservan cuatro tablas en el Museo Arqueológico Provincial de Huesca donadas por Valentín Carderera en 1873. Entre ellas se encuentran los temas del “Abrazo en la puerta dorada”, “Natividad de la Virgen”, “Anunciación” y “Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel”. En 1956 la tabla de “Jesús entre los doctores” pasó al Museo de Arte de Cataluña (MNAC). “Jesús con la cruz a cuestas” y “Jesús ante Pilatos” llegaron al Museo Provincial de Bellas Artes de Zaragoza en 1929. Las tablas de “San Pedro”, “San Pablo”, “San Agustín” y “San Ambrosio” se conservan en el Museo Diocesano de Lérida. A este artista, cuya identidad se desconoce, se le conoce como el “Maestro de Sijena”. La factura de esta obra es de clara influencia italiana y se ha querido ver cierto paralelismo con la figura de Mantenga. El retablo, datado entre 1515 y 1519, fue costeado por Maria Ximénez de Urrea, priora del Monasterio, y su heráldica viene reflejada en la tabla de “San Agustín”. Otras tablas de este Retablo se encuentran en manos privadas.
VI. Retablo dedicado a San Juan Bautista
Se conservan tres tablas en el Museo de Arte de Cataluña (MNAC). En la tabla central se representa al Bautista, con una piel de camello y un manto púrpura sobre los hombros, a la vez que sostiene el Agnus Dei. A la izquierda, se representa el obispo San Fabián con la azada de su martirio, y a la derecha San Sebastián con sus atributos martiriales. El retablo fue encomendado a Miguel Ximénez por los cofrades de la Cofradía de San Juan del Monasterio de Sijena, en el año 1494. | |
VII. Retablo de Santa Waldesca
Retablo dedicado a Santa Waldesca, datado entre 1593-1608, estaba situado dentro del claustro en la capilla que llevaba el nombre de la santa. Constaba de siete tablas que se conservan actualmente en el “Museu Diocesà de Lleida”.