1. SALA CAPITULAR




2. PALACIO PRIORAL

La calidad de estas pinturas, que pocos pudieron contemplar, ha sido ampliamente discutida. Cronistas de Sijena como Fuentes y Ponte han coincidido en limitar su valor artístico, pero otros historiadores, como Julio Arribas, defienden la dignidad del Cartujo Bayeu como artista.
Sala Pintada del Palacio Prioral.  (A.Mas, 1917)

Otro de los habitáculos del Monasterio que albergaba una verdadera colección artística era la “Sala Pintada” o “Salón del Trono” del Palacio Prioral. Construido en la segunda década del siglo XIV por mandato de Doña Blanca de Aragón y de Anjou, Infanta de Aragón y priora del Monasterio, el Palacio se utilizaba para las recepciones que organizaba la priora.

Este espacio desapareció totalmente durante el incendio y tan solo nos quedan testimonios de lo que fue gracias a documentos escritos y algunas fotografías y reproducciones pictóricas.

El “Salón del Trono” tenía el cielo abovedado cubierto por un rico artesonado y una cornisa que recorría la parte superior de los cuatro muros todo ello de rica madera policromada, los arcos de la bóveda tenían unos tirantes ornamentados que se apoyaban en la cornisa. En las paredes colgaban tapices y otros paramentos.

 
A finales del siglo XVIII el Salón va a sufrir ciertos cambios; y es que a partir de ese período, en sus muros encontramos los retratos (ideales) de las prioras que ejercieron antes del siglo XIV, entre otros, los de la Reina Doña Sancha, como fundadora, y su hija la Infanta Doña Dulce, y cuyas imágenes se encontraban pintadas en el testero. En el muro de la derecha las de las primeras prioras, encima de la puerta de entrada estaba pintado el Gran Maestre de la Orden de Malta en la época, Fray Manuel Rohán Polduc, y en el muro de la izquierda los retratos de las prioras de aquellos años.

La factura de estos retratos corresponde al Cartujo Bayeu, cuñado de Goya y que no hay que confundir con el “divino Bayeu”. El autor dejó su autorretrato entre los retratos de las “sorores”, prueba irrefutable de la autoría de las obras.



3. LOS RETABLOS DE SIJENA

Se trata de un retablo de alabastro policromado antiguamente situado en una capilla dedicada a Santa Ana, emplazada en Claustro del Monasterio. De estilo renacentista data del siglo XVI y se atribuye a Gabriel Yoly, artista aragonés de la época.

I. El Retablo de Santa Ana

El cuerpo está distribuido en tres calles. En el registro inferior, de izquierda a derecha se representaban San Juan Evangelista y San Juan Bautista, de los que actualmente sólo se conserva la figura del segundo, a continuación los desposorios de la Virgen en la parte central y seguidamente dos anacoretas. En el centro del retablo, el Nacimiento de la Virgen, Santa Ana y la Virgen con el Niño y la Presentación de la Virgen en el Templo. En el coronamiento Dios Padre abrazando a Cristo. Actualmente se conserva parcialmente en el Museo Diocesano de Lérida, en la Iglesia de “Sant Martí”.

II. El Retablo del Niño Jesús

Retablo de alabastro policromado atribuido a Gabriel Yoly, de inspiración toscana cuatrocentista datado de principios del siglo XVI, en el que se relata la vida de Jesús. En el centro se representa la Piedad, a la izquierda un tema de difícil apreciación y a la derecha la Anunciación. En la calle central nos aparece Jesús entre los doctores flanqueado por San Cristóbal a la izquierda y San Jerónimo penitente a la derecha. En el coronamiento la Oración en el Huerto. En la actualidad sólo se conservan cinco piezas en el Museo Diocesano de Lérida, en la iglesia de “Sant Martí”.

III. Retablo de la Virgen

Retablo dedicado a la Virgen, vendido en 1918 al Museo de Arte de Cataluña (MNAC) Atribuido a los hermanos Serra, data del siglo XIV.

El retablo se compone de cinco calles, de las cuales la central es de mayor altura, y de una predela. En la calle central, en el primer piso, aparece la Virgen con el Niño, flanqueada por Santa Catalina y Santa María Magdalena y a sus pies fray Fontaner de Glera, mecenas de la obra y Comendador de Sijena en el momento de ejecución de la obra. En el segundo piso el Calvario de Cristo. En las calles laterales se representan doce escenas de advocación mariana relacionadas con los Gozos de la Virgen. En la tabla central de la predela se observa el tema de la Santa Cena y a los lados cuatro Milagros Eucarísticos de claro contenido antisemítico, relacionados con el maltrato de la Sagrada Forma por parte de los judíos y una mujer sarracena.

 

IV. Retablo de la Piedad

Atribuido al Maestro de Sijena, se encontraba en la capilla de San Pedro, ubicada en el Panteón Real. El retablo estaba compuesto de ocho tablas, una predela y una fornícula central que albergaba la figura en plata de la Virgen del Pilar, hoy desaparecida. Actualmente se conservan en el Museo Diocesano de Lérida las tablas de la Trinidad, Jesús con la cruz al hombro, Visita de las Marías al sepulcro, San Pedro y San Jerónimo, San Cosme o Damián y las pinturas de la predela en la que se representan los misterios de gozo de la Virgen (anunciación del ángel a María de que nacerá Jesús, visita de María a su prima Isabel, María da a luz a Jesús, pesentación de Jesús en el templo y María encuentra a Jesús en el templo. La tabla principal, que acogía la representación de la Piedad, Santiago y San Agustín y San Cosme o Damián, ha desaparecido. En el registro inferior del retablo, una inscripción hace referencia a las donantes de la obra, Maria Juana Ximénez de Urrea y Doña Lucrecia Porquet, que data del año 1517.

V. Retablo Mayor de Sijena

El Retablo Mayor (siglo XVI) debió de ser desmantelado en el siglo XVIII para sustituirlo por otro de aproximada cronología y que fue destruido durante el incendio de 1936. En el siglo XIX las tablas de las que se componía quedaron dispersas, desconociéndose el paradero de algunas de ellas. Actualmente se conservan cuatro tablas en el Museo Arqueológico Provincial de Huesca donadas por Valentín Carderera en 1873. Entre ellas se encuentran los temas del “Abrazo en la puerta dorada”, “Natividad de la Virgen”, “Anunciación” y “Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel”. En 1956 la tabla de “Jesús entre los doctores” pasó al Museo de Arte de Cataluña (MNAC). “Jesús con la cruz a cuestas” y “Jesús ante Pilatos” llegaron al Museo Provincial de Bellas Artes de Zaragoza en 1929. Las tablas de “San Pedro”, “San Pablo”, “San Agustín” y “San Ambrosio” se conservan en el Museo Diocesano de Lérida. A este artista, cuya identidad se desconoce, se le conoce como el “Maestro de Sijena”. La factura de esta obra es de clara influencia italiana y se ha querido ver cierto paralelismo con la figura de Mantenga. El retablo, datado entre 1515 y 1519, fue costeado por Maria Ximénez de Urrea, priora del Monasterio, y su heráldica viene reflejada en la tabla de “San Agustín”. Otras tablas de este Retablo se encuentran en manos privadas.

VI. Retablo dedicado a San Juan Bautista

Se conservan tres tablas en el Museo de Arte de Cataluña (MNAC). En la tabla central se representa al Bautista, con una piel de camello y un manto púrpura sobre los hombros, a la vez que sostiene el Agnus Dei. A la izquierda, se representa el obispo San Fabián con la azada de su martirio, y a la derecha San Sebastián con sus atributos martiriales. El retablo fue encomendado a Miguel Ximénez por los cofrades de la Cofradía de San Juan del Monasterio de Sijena, en el año 1494.
San Juan Bautista, San Fabian y San Sebastian
 

VII. Retablo de Santa Waldesca

Retablo dedicado a Santa Waldesca, datado entre 1593-1608, estaba situado dentro del claustro en la capilla que llevaba el nombre de la santa. Constaba de siete tablas que se conservan actualmente en el “Museu Diocesà de Lleida”.


4. OTRAS OBRAS MUEBLE DEL MONASTERIO DE SIJENA

Sillón prioral de Doña Blanca de Aragón y de Anjou

Sillón prioral de Doña Blanca de Aragón y de Anjou

El sillón prioral de Doña Blanca de Aragón y de Anjou destaca por su policromía al temple, de la que nos han llegado seis cuadros en buen estado, uno de ellos muy fragmentado. En el registro inferior del respaldo se representa la Virgen de la Leche sentada en el trono dando de mamar al Niño, mientras dos angelitos con candelabros iluminan la escena. Bajo éstos la figura de María Magdalena y otra dama anónima.

En el exterior de los laterales, la Cruz de Jerusalén divide el cuadro en cuatro espacios donde aparece la heráldica de Doña Blanca. El mismo tema se manifiesta en la parte superior del respaldo pero con las figuras de San Francisco y Santo Domingo a la derecha y San Bartolomé y San Hildebrando a la izquierda. Sobre el asiento, una priora asistida por dos monjas que portan un turíbulo una y otra un libro. En el interior de los brazos del sillón se representa Santa Lucía y Santa Isabel de Hungría, en los lados opuestos las figuras de Santa Catalina y Santa Inés. Realizada en madera de pino, data del siglo XIV y se conserva en el Museo Diocesano de Lérida.


Textos de Montserrat Foguet y Violeta Camdepadrós


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