Este fin de semana que ha culminado con las hogueras de San Juan, una expedición del Instituto de Estudios Sijenenses "Miguel Servet", ha visitado el cerro donde se ubicaba la histórica ermita de "san Blas", denominación que recibió hasta su abandono por estado de ruina. El santo fue trasladado a la de santa Ana (ahora, de san Blas), dando denominación a la primera como "de san Blas el Viejo".
Su ubicación en la partida rústica Omprío del Espartal, en el límite del término municipal de Villanueva de Sigena con Sena, dentro un paraje árido y estepario que la zona ofrece, sitúa el enclave estratégicamente en lo alto de un cerro de 287 metros, desde el que se divisan las mencionadas poblaciones, así como otras de la comarca, además del monte de Villanueva, la ermita del tozal de san Pedro de Cajal o los Pirineos.
Actualmente, no se puede apreciar que hubiese una ermita o construcción como tal, pues los únicos vestigios que quedan son restos de tejas y algunas piedras trabajadas por el ser humano. Además, el lugar ha sufrido, con los factores naturales de la erosión y la falta de conservación, desprendimientos de piedras de gran tamaño que han hecho que se fueran desmoronando en sus laderas.
En el emplazamiento del desaparecido lugar se ubica un vértice geodésico del Instituto Geográfico Nacional, que nos indica la altura exacta de ese punto sobre el nivel del mar, el cual forma parte de una red de triángulos cuyas coordenadas se han calculado con la mayor precisión posible.