EXPEDICIÓN AL DESPOBLADO DE URGELLET

El desaparecido pueblo medieval pudo albergar una cantera que contribuyó con la construcción del monasterio de Sijena

En la tarde de domingo, 18 de febrero, tras las visitas guiadas que los voluntarios de la Orden de Malta realizan en el monasterio de Sijena, se reunieron en el paseo de la Alameda de Sixena, junto al parque de Doña Sancha, José Jaime Castellón, corregidor municipal y vicepresidente del instituto, y Alberto García-Mir, secretario general, junto con Esther Puisac Nogarol, voluntaria de la Orden de Malta de esa jornada en Sijena, y junto con Ánchel Belmonte y Virginia Espier. Ánchel es geólogo y director científico del Geoparque Mundial UNESCO de Sobrarbe-Pirineos, quienes habían acudido al monasterio para participar en la visita guiada al cenobio. Desde allí se inició en coche una expedición hasta el despoblado medieval de Urgellet, situado al sur y enfrente del monasterio, en la margen derecha del río Alcanadre. Actualmente, el lugar lo ocupa una finca agrícola, en el que pudo existir una cantera, como la de Castelflorite, para la construcción parcial del monasterio. Contaba con una población de 36 fuegos, unos 180 habitantes, que fueron, junto con los vecinos del desaparecido Sixena, los nuevos pobladores de Villanueva de Sijena en el siglo XII. Todavía quedan vestigios del paso del ser humano por ese lugar, apreciándose restos de cerámica y sillares tallados. Ánchel Belmonte ofreció a los asistentes una breve, a la vez que valiosa, lección magistral sobre la formación del valle del Alcanadre, el valor de su patrimonio lítico y las consecuencias del clima con el paso de los miles de años que lleva formado el actual conjunto de la cuenca del río y su cauce y caudal: <<Pese a no nacer en el alto Pirineo, el Alcanadre es uno de los grandes ríos del Alto Aragón. A lo largo de su historia se ha ido encajando, dejando colgados niveles de su antiguo cauce en forma de terrazas. El solar donde se asentaba Urgellet es un ejemplo. El monasterio se ubica sobre una terraza baja, muy reciente, próxima a la actual llanura de inundación del río. Por eso, en episodios extraordinarios de crecida el agua ha estado cerca. Y por eso también el acuífero ligado al río provee de humedad al monasterio. Sobre la laguna que menciona la leyenda fundacional, su existencia es incierta. Quizá una zona pantanosa o encharcada, estacionalmente, pudo existir...>>.

La investigación sobre los parámetros que se utilizaron en el emplazamiento del cenobio parten de la leyenda de la aparición de la talla de la Virgen en el centro de la hipotética laguna. Las obras necesarias para su construcción requirieron un saneamiento de gran embergadura por parte de los ingenieros de la corte real, además de un mantenimiento constante que permitiese a la comunidad religiosa establecer la vida monástica durante el paso de los siglos.

https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2021/02/16/los-bienes-geologicos-de-sijena-la-otra-historia-del-monasterio-1420388.html



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