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"Qui
ambulat in tenebris, nescit quo vadat" (De
Trinitatis, 39b) |
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Por
Orden Cronológico |
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DE
TRINITATIS ERRORIBUS, libri septem. Per Michaelem
Servet, alias Reves ab Aragonia, Hispanum. Anno MDXXXI
(Haguenau, 1531).
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(SOBRE
LOS ERRORES DE LA TRINIDAD)
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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1531 es un año fatídico para la unidad del
cristianismo. Clemente VII excomulga a Enrique VIII, provocando
el nacimiento de la iglesia anglicana. Es la época
de la Reforma y todas las naciones europeas se agitan
en un ansia inagotable de saber y renovación. La
patria de Servet se hallaba en aquella época radicalmente
opuesta al movimiento reformista, y el monarca hispánico,
Carlos V, había convertido la defensa del catolicismo
en uno de los vértices de su política imperial.
Servet se encuentra por esa época en Basilea,
donde tiene ocasión de departir con el reformador
Ecolampadio sobre el dogma de la Trinidad y otras cuestiones
religiosas objeto de polémica. Fue probablemente
Ecolampadio el que le enseñó, o al menos,
le instruyó adecuadamente para que perfeccionase
el idioma hebreo. Basilea se había distinguido
por una mayor tolerancia ante la disidencia que otras
ciudades de la Reforma. Había sido una ciudad refugio
para otros humanistas, como Erasmo de Rotterdam que permaneció
en ella hasta 1529. Los tiempos, sin embargo cambiaban
rápido, y el clima de tolerancia se fue enrareciendo.
Servet pretendió convencer a Ecolampadio, quien
rechazó indignado su doctrina sobre la Trinidad,
e incluso comentó con otros reformadores, como
Zwinglio, la presencia en Basilea de un “joven español
arriano”. El reformador protestante amenazó
con denunciarlo, lo que forzó la marcha de Servet
a Estrasburgo. Aunque es muy probable que Servet empezase
a escribir su primera obra en Basilea ("Sobre
los Errores de la Trinidad"), el libro fue finalmente
publicado en Estrasburgo (Alsacia) en 1531.
Dado que la obra atacaba uno de los dogmas esenciales
de la doctrina cristiana, el dogma de la Trinidad, Servet
tuvo problemas para encontrar un impresor dispuesto a
editar la obra. El impresor basilense Conrad Reich no
aceptó el encargo de imprimirla por temor a las
autoridades religiosas. En aquella época, la labor
de impresor o editor no se limitaba, como hoy en día
a una labor meramente industrial. Muchos impresores eran
personas versadas en el mundo de los libros y cultivadores
de los principios humanistas. Por ello, Reich, pese a
rechazar el encargo de Servet, le puso en contacto con
Johannes Setzer, un impresor de Haguenau, aldea situada
a 30 kilómetros de Estrasburgo. Será este
impresor el que finalmente acepte imprimir la obra.
El libro se pone a la venta en las librerías alemanas
en el mes de julio de 1531. Las autoridades eclesiásticas
de Estrasburgo condenaron inmediatamente la obra y prohibieron
su venta. En Basilea también se adoptaron las mismas
medidas represoras. Curiosamente, fue el propio Servet
el que envió ejemplares de su obra al Obispo de
Zaragoza, y al propio Erasmo de Rotterdam. El libro también
se difundió en Italia. Las reacciones de la Inquisición
no se hicieron esperar (vide Contexto histórico
de "De Trinitatis Erroribus, libri duo").
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CONTENIDO |
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Pocos
temas han suscitado tanta controversia teológica
como el misterio de la Santísima
Trinidad. Según el Prof. Bainton, las razones
del establecimiento de este dogma por la jerarquía
eclesiástica en el siglo IV se remontan a la necesidad
de expresar todo lo que la doctrina de la Encarnación
implicaba con respecto al ser de Dios mismo. Si Dios se
había hecho carne exclusivamente en Cristo, y éste
último era también Dios, ¿no podrían
los cristianos ser acusados de tener “dos Dioses”?.
Y cuando el Espíritu se personalizó, entonces
el problema de los dos se convirtió en el problema
de los tres. La solución a este dilema lo ofrecía
el dogma de la Trinidad, esto es, admitir simultáneamente
una unidad y una trinidad en Dios. (R. H. Bainton, “El
Hereje Perseguido”, Ed. Taurus, 1973, p. 40).
Servet estudia las Sagradas escrituras y, como afirma en
su obra, no encuentra en las mismas ni una sola vez la palabra
Trinidad. Por ello, y con tan sólo veinte años,
se cuestiona profundamente uno de los dogmas fundamentales
del cristianismo. “No deben imponerse como verdades
- dice Servet - conceptos sobre los que existan
dudas”. Para Servet en Dios hay una sola persona,
mientras que la jerarquía eclesiástica postula
que en Dios hay varias personas en una sola esencia. En
otras palabras, Servet no acepta la división de
la esencia divina y considera que las personas de la Trinidad,
en realidad, son “formas” o “modos”
de manifestarse Dios.
Para
Servet, Jesucristo ha sido hecho hombre por Dios Padre
y su naturaleza humana le impide ser Dios y participar de
la eternidad de éste. Dios es eterno, pero Jesucristo,
en la medida en que fue engendrado por el Padre, no puede
ser eterno. Esto no significa que Servet minusvalore la
importancia que Cristo tiene en la relación hombre-Dios.
Para Servet, Cristo es la llave que permite a los hombres
entrar en la morada de Dios y participar de su divinidad. |
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COPIAS
DISPONIBLES |
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Se
conservan 128 originales en varias bibliotecas.
En el Instituto de Estudios Sijenenses
“Miguel Servet” disponemos de varias ediciones
facsímil de esta obra.
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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El
libro fue reimpreso en Ratísbona (Regensburg) en
1721. Una edición facsímil del "De
Trinitatis erroribus libri septem" (1531). "Dialogorum
de Trinitate libri duo" (1532). "De Iustitia
regni Christi, capitula quatuor" (1532), fue elaborada
por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt a.M. 1965.
En 1620, el libro se traduce al holandés por Reiner
Talle (Regnerus Vitellius, 1558[9]-1619[20]). "Van
de Dolinghen in de Drievvldigheyd, Seven Boecken, Eertijds
in Latijn beschreven Door Michiel Servetus, gheseyt Reves
van Aragonien, Spaenjaerd ...," Amsterdam, 1620.
El libro fue traducido al inglés en 1932 por Earl
Morse Wilbur: "On the Errors of the Trinity. Seven
Books. By Michael Servet, alias Reves, a Spaniard of Aragon
MDXXXI. In The two treatises of Servetus on the Trinity
.... Now first translated into English by Earl Morse Wilbur,
D.D." (Cambridge: Harvard University Press; London:Humphrey
Milford; Oxford University Press; Harvard Theological Studies,
1932).
La
traducción al español de esta obra a cargo
de Ana Gómez Raval aparecerá en el Volumen
II, de las Obras Completas de Miguel Servet editadas por
la Ed. Larumbre, Coord. Ángel Alcalá (2003).
Existe también una traducción al idioma catalán
por Ana Gómez Rabal: "Dels errors sobre
la Trinitat" (Barcelona: Edicions Proa, 1999),
con una excelente introducción biográfica
de D. Miguel Lavilla Galindo.
En
la actualidad la Prof. Rolande-Michelle Benin y Marie Louise
Gicquel preparan una traducción al francés
de esta obra, que aparecerá próximamente editada
por Honoré Champion Editeur (París).
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EXTRACTOS |
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[Los
números hacen referencia a las hojas de la edición
original: (a) es anverso, y (b) es reverso]
"Si
dices que no alcanzas a ver diferencia alguna entre Cristo
y los demás, ya que todos somos llamados hijos
de Dios, respondo que si nosotros somos llamados hijos
de Dios es simplemente por su don y gracia, siendo él
el autor de nuestra filiación, y así él
es llamado Hijo de un modo más excelente. Por eso
se emplea el artículo y a Cristo se le llama el
Hijo de Dios, para mostrar que él no es hijo en
el mismo sentido general que nosotros, sino en uno muy
especial y peculiar. Es hijo natural; los demás
no lo son, pero son hechos hijos de Dios, y por eso somos
llamados hijos por adopción." (9a)
"Dios nos dio la mente para que le conozcamos a El
mismo" (31a).
"Ni una sola palabra se halla en toda la Escritura
acerca de la Trinidad, ni acerca de las personas, ni sobre
la esencia, ni sobre la unidad de sustancia, ni de naturaleza
de los varios seres divinos." (32a)
"Nada puede ser en el intelecto que previamente no
haya sido en los sentidos." (33b)
"Yo no separo a Cristo y a Dios más que una
voz del hablante o un rayo de sol. Cristo es el Padre
como la voz en el hablante. El y el Padre son una misma
cosa, como el rayo y el sol son la misma luz. Un tremendo
misterio hay, por lo tanto en que Dios pueda unirse con
el hombre y el hombre con Dios. Una sorprendente maravilla,
en que Dios haya tomado para sí el cuerpo de Cristo
con el fin de hacer de él su morada especial.(59b).
Y porque su Espíritu era totalmente Dios, es llamado
hombre, lo mismo que por su carne es llamado hombre. No
os maravilléis de que lo que vosotros llamáis
humanidad yo lo adore como Dios, pues habláis de
la humanidad como si estuviera vacía de espíritu
y pensáis en la carne según la carne. No
sois capaces de reconocer la calidad del Espíritu
de Cristo, que confiere el ser a la materia: El es el
que da vida cuando la carne nada aprovecha." (59a)
"En la inhalación y exhalación hay
una energía y un vivificante espíritu de
divinidad, pues El por su Espíritu sostiene en
nosotros el aliento de la vida, dando ánimo a las
gentes que están en la tierra y espíritu
a los que caminan en ella. Solo El sacudo los cielos y
de sus tesoros saca los vientos. El liga las aguas en
nubes y produce la lluvia a su momento. El hace todas
esas cosas. Solo El realiza milagros eternamente."
(59b-60a)
"Mil veces se le llama eterno al Reino de Cristo,
pero en la consumación de los tiempos se lo devolverá
a Dios. No quiere esto decir que la gloria de Cristo será
por ello disminuida, pues es su mayor gloria el haber
regido todo bien hasta el final y haber sometido todo
al Padre como quería. Entregará el Reino
de Dios, como el general superior del ejército
entrega al emperador la palma de la victoria; de la misma
manera, tanto más cuanto que toda razón
para gobernar terminará entonces, se abolirán
los poderes y las autoridades y todo ministerio del Espíritu
Santo cesará, pues ya no necesitaremos abogado
ni mediador, ya que dios será Todo-en-todo. Y entonces
terminará también la Trinidad de dispensaciones."
(81b-82a).
"El hombre no obedece ciegamente sino a una fe adecuada
a su naturaleza racional." (109b)
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DIALOGORUM DE TRINITATE LIBRI DUO. De Iustitia
regni Christi, capitula quatuor. per Michaelem Servet,
alias Reves, ab Aragonia Hispanus,
(Haguenau, 1532).
Impresa por Johann Setzer |
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(DOS
DIÁLOGOS SOBRE LA TRINIDAD)
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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Pese a las reacciones que "De Trinitatis Erroribus"
había suscitado, Servet publica un año
después un nuevo tratado sobre la Trinidad planteado
en forma de dialogo entre el mismo Servet y un tal Petrucious.
Tanto su primer tratado como este segundo tratado, en
el que reafirma sus concepciones sobre el dogma de la
Trinidad, fueron firmados por Servet con su verdadero
nombre: “Michaelem Servet, alias Reves ab Aragonia
Hispanum”.
Ambos libros se difunden con rapidez entre los círculos
católicos y protestantes. Estos últimos
protestantes censuraron y prohibieron la venta de los
libros. En España, dos funcionarios de la corte,
el Comendador don García de Padilla y Hugo de Urriés,
señor de Ayerbe, descubrieron las obras de Servet
y lo denunciaron al Consejo Supremo de la Inquisición
española. La reacción de la Inquisición
española no se hizo esperar. El 24 de mayo de 1532,
el Consejo de la Inquisición en Medina del Campo,
inició una inevstigación contra Servet,
expidiendo el correspondiente edicto de comparecencia
para que éste respondiese de la acusación
del Santo Oficio. Aunque no tenemos constancia de que
se conserve el edicto de comparecencia contra Servet,
es probable que estuviese redactado como sigue:
El
Consejo de la Suprema Inquisición General
Convoca
a Miguel Servet os Revés, nativo de Vilanova
de Xixena, de Aragonia, a que venga a responder
a la denuncia y actuación que el procurador
fiscal le ha impuesto y impusiere contra el.
Así
cumple al servicio de Dios y al bien y augmento
de nuestra Santa Fe Catholica.
Zaragoza, XIII de mayo de MDXXXII
Como
Servet no se encontraba en España, los inquisidores
convencieron a su propio hermano, mosén Juan Servet,
para que fuera en su búsqueda y lo convenciese
para que retornase a España. No sabemos si finalmente
cumplió su misión y si realmente se encontró
con su hermano Miguel. Lo cierto es que, si así
fue, su misión fracasó.
El 17 de junio de 1532, la Inquisición de Tolosa
en Francia publica un decreto de búsqueda con los
nombres de cuarenta sospechosos, la mayoría estudiantes
y frailes, acusados de defender ideas antitrinitarias.
A la cabeza de esta lista figura Miguel Servet.
Es
ésta una época de recelos y persecuciones,
por lo que Servet se verá obligado a cambiar de
nombre y ocultar su verdadero origen. A partir de ahora,
se hará llamar "Miguel de Villanueva"
y dirá ser “natural de Tudela en el Reino
de Navarra”.
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CONTENIDO |
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Servet
empieza su obra retractándose de todo lo escrito
en su primer tratado; no por erróneo, sino por inmaduro.
Sin embargo, las modificaciones respecto a la primera obra,
son, sobre todo, verbales. Mientras que en su tratado "Sobre
los Errores de la Trinidad", Servet había
hecho a Cristo el Hijo de Dios, no por naturaleza sino por
gracia, ahora a la gracia añadía la naturaleza,
porque al Hijo le pertenece la gloria del Padre naturalmente.
En cuando al Espíritu Santo, al que antes negaba
cualquier aspecto personal, considera Servet que sí
se puede considerar que se personalizó habitando
en nosotros tras la partida de Cristo.
En
la primera obra había distinguido el Hijo encarnado
y el Verbo pre-existente, mientras que ahora defendía
que el Verbo es Cristo, pero que el Verbo no tuvo sustancia,
hasta que Cristo fue revelado y su sustancia se hizo palpable
(R. H. Bainton, “El Hereje Perseguido”,
Ed. Taurus, 1973, pp. 76-77).
Este segundo libro sobre la Trinidad incluye un tratado
de 25 páginas titulado "De Iustitia regni
Christi, capitula quatuor" que contiene reflexión
acerca de un tema profundamente debatido por los teólogos
de la época: la presencia de Cristo en la Eucaristía.
Según Servet, en la Eucaristía hay presencia
real, pero esta presencia no es física, sino mística.
“El cuerpo de Cristo - escribió Servet
- es comido místicamente por los hombres”
(C 2a). “Es por medio del Espíritu como
bebemos la carne de Cristo” (C 5b). "Solo
figuradamente hablamos del pan como cuerpo de Cristo”
(C 5b). En esto coincidía Servet con los reformadores
protestantes Ecolampadio y Bucero. También coincidía
con Lutero en cuanto a la presencial real en la Cena, aunque
en Servet el Cuerpo de Cristo es carne divina, espiritual
y no está localizado sino difuso universalmente.
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COPIAS
DISPONIBLES |
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Se
conservan 28 originales en varias bibliotecas.
En el Instituto de Estudios Sijenenses
“Miguel Servet” disponemos de varias ediciones
facsímil de esta obra.
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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Reimpresa
en Ratisbona (Regensburg) en 1721. Una edición facsímil
del "De Trinitatis erroribus libri septem"
(1531). "Dialogorum de Trinitate libri duo"
(1532). "De Iustitia regni Christi, capitula quatuor"
(1532), fue elaborada por la casa editorial Minerva G.m.b.H.,
Frankfurt a.M. 1965.
En 1620, el libro se traduce al holandés por Reiner
Talle (Regnerus Vitellius, 1558[9]-1619[20]). (vide
supra).
Existe una traducción al inglés por Earl Morse
Wilbur (1932). (vide supra).
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EXTRACTOS |
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"Todos
me parecen tener parte de verdad y parte de error y cada
cual espía el yerro ajeno, incapaz de ver el propio.
Quiera Dios en su misericordia hacernos ver nuestros errores
sin obstinación. Sería fácil juzgar,
si a todos se les permitiera hablar en paz en la Iglesia,
de modo que todos pudieran rivalizar en el don de la profecía
y los que antes se sienten inspirador pudieran escuchar
en silencio, como dice Pablo, a los que hablan luego cuando
algo les es revelado. Pero hoy día todos rivalizan
en el ansia de honores. Quiera el Señor destruir
a los tiranos de la Iglesia. Amén." (De Iustitia
Regni Christi, 7.)
"Ni con estos ni con aquellos, con todos consiento
y disiento; en todos se ha de ver parte de verdad y parte
de error" (Nec cum istis nex cum illis in omnibus
consentio. Omnes mihi videntur habere partem veritatis
et partis erroris; et quilibet alterious errorem displicit,
et nemo suum videt).
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CLAUDII PTOLOMAEI ALEXANDRINI GEOGRAPHICAE ENARRATIONIS
libri octo. Ex Bilibaldi Pirckeymheri tralatione,
sed ad graeca & prisca exemplaria à Michaële
Villanovano iam primum recogniti. Adiecta insuper ab eodem
scholia, quibus exoleta urbium nomina ad nostri seculi morem
exponuntur. Lugduni,
ex officina Melchioris et Gasparis Trechsel fratrum, MDXXXV
(1535). |
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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A finales de 1532 o principios de 1533, Servet se traslada
a París, donde estudia en el Colegio Calvi. Poco
después, en 1533, encontramos a Servet en Lyón,
donde entrará en contacto con Sinforiano Champier.
La elección de Lyón no fue casual, ya que
en aquella época se había convertido en
un importante centro intelectual. Para ganarse la vida,
Seveto se orienta hacia el mundo de los libreros, impresores
y editores y, de esta forma, entra a trabajar como corrector
de pruebas en la imprenta de los hermanos Melchor y Gaspar
Trechsel.
La erudición de Servet, unido a su excelente conocimiento
de las lenguas clásicas, determina que hacia 1535
se le encargue la revisión de la Geografía
de Ptolomeo, un geógrafo alejandrino del siglo
II después de Cristo. En aquella época,
la "Geografía de Ptolomeo" era
un libro muy solicitado entre las clases cultas, y prueba
de ello es que entre 1475 y 1533 se habían publicado
18 traducciones de la misma. Entre todas las traducciones
destacaba la del político y humanista de Nüremberg
Wilibald Pirckheimer (1524).
El
problema de algunas de estas ediciones es que habían
sido realizadas bien por excelentes helenistas, bien por
excelentes matemáticos, pero no por personas versadas
en ambas ciencias, por lo que adolecían de numerosos
errores. Servet, excelente helenista y buen matemático,
realizará el encargo con una visión global.
Como señala el Dr. Solsona, un espíritu
cómodo se hubiera limitado a reproducir la obra
de Pirckheimer, pero Servet quiso comparar las diferentes
traducciones y ediciones, mejorando así los pasajes
difíciles con la ayuda de la erudición,
histórica y geográfica. (F. Solsona, “Miguel
Servet”, Colección Los Aragoneses, 1988,
p. 56).
Servet, pues, mejora las ediciones anteriores, incluyendo
comentarios breves y sustanciosos, cambiando grados de
latitud y longitud, y dando los nombres equivalentes de
las ciudades y regiones en las lenguas modernas. En la
edición de Servet destacan también las
descripciones, muchas de ellas tremendamente mordaces,
que Servet hace sobre el carácter y las costumbres
de los diferentes países y naciones, y en las que
los españoles no salen muy bien parados (véase
la reproducción de uno de los extractos de la obra
infra).
Por este trabajo, Servet ha sido considerado, no sin
cierta exageración, como el padre de la geografía
moderna y de la geografía comparada.
Tras el éxito de su primera edición aparecida
en Lyón en 1535, Servet lleva a cabo una segunda
edición de esta obra que se publicará en
1541.
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COPIAS
DISPONIBLES |
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Se
conservan 38 ejemplares de la primera edición de 1535
(dos en Madrid) y 24 de la segunda (uno en Madrid, aunque
incumpleto).
En el Instituto de Estudios Sijenenses
“Miguel Servet” disponemos de varias ediciones
facsímil de esta obra.
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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"Claudii
Ptolemaei Alexandrini geographicae enarrationis libri octo....
à Michaële Villanovano secundó recogniti
.... Prostat Lugduni apud Hugonem à Porta",
MDXLI. Lyon 1541.
Algunos fragmentos de esta obra han sido traducidos al inglés.
por Charles David O'Malley: "Michael Servetus.
A Translation of his Geographical, Medical and Astrological
Writings with Introductions and Notes", (Philadelphia:
American Philosophical Society, 1953), pp. 15-37.
Existe también una traducción al español
del Dr. José Goyanes Capdevila "Descripciones
geográficas del estado moderno de las regiones, en
la geografía de Claudio Ptolomeo Alejandrino por
Miguel Vilanovano (Miguel Servet) precedidas de una biografía
del autor" (Madrid, Imprenta y Encuadernación
de Julio Cosano, 1932). |
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EXTRACTOS |
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Comparación
entre la Galia y la Hispania
"Los galos están dotados de miembros corporales
mayores; los de los españoles son más duros;
tienen delgadísimo el cuerpo en la cintura. Los
galos pugnan con mayor ferocidad que arte, y llevan a
la guerra más fiereza que consejo. Los españoles,
al contrario." (p. 100).
"Los galos son más parlanchines; los españoles,
más taciturnos, pues aprendieron a disimular mejor.
Los galos son alegres, animados, inclinados a banquetes,
y huyen profundamente de la hipocresía y la gravedad,
que guardan los reconcentrados españoles. Son,
pues, los españoles en los banquetes menos sociales,
más ceremoniosos, afectando no sé qué
severidad, de la que los galos no cuidan."
"Los galos beben puro; los españoles, diluido
en mucha agua. Entre los galos, los forasteros son recibidos
humanísticamamente en las hospederías (posadas);
ningún oficio se les niega; se les ofrece todo
preparado para comer. Entre los españoles se les
recibe más dura e incivilmente; de suerte que,
cansado el viajero, por el camino, tiene que buscarse
la comida de lugar en lugar. Esto hace que los españoles
no sean tan avezados a viajar y no quieran gastarse la
pecunia tan pródigamente; ni son inclinados a prestar
servicios, de tal manera, que ni a un príncipe
se digna ofrecérselos un rústico, si no
le da la gana."
"El habla hispánica es más grave; la
gálica, más suave." (p. 101).
"Del gálico suelo casi ninguna parte está
ociosa; del hispánico hay muchos lugares incultos
y desiertos." (p. 102).
"En
cuanto a dignidades eclesiásticas, es superior
en número la Galia, pues tiene 12 arzobispos y
96 obispos; España, 9 arzobispos y 46 obispos.
En una y otra el número de cardenales es igual,
a saber: 8." (p. 103).
Carácter
intelectual de los españoles
"Es muy inquieto y rumiador (gestador) de grandes
cosas el ánimo de los españoles, que son
de ingenio feliz, pero aprenden infelizmente. Semidoctos,
considéranse ya doctos; muestran sabiduría
mayor de la que tienen, por la simulación y una
cierta verbosidad. Aman el sofisma más de lo conveniente.
Gustan de hablar en las academias más bien en lengua
hispánica que en latina, sin dejar de tomar muchos
vocablos de los moros. Fácilmente cultivan la barbarie
en muchas de sus costumbres y maneras." (p. 104).
Una costumbre de las mujeres hispanas
"En
verdad es considerada por los galos de bárbara
la costumbre de las mujeres hispánicas de perforarse
los lóbulos de las orejas con un aro de oro o de
plata, al que prenden, las más de las veces, alguna
piedra preciosa." (p. 105).
Sobriedad de los españoles
"De
la vida frugal, como los italianos, no consumen tanto
alimento y bebida como los galos y germanos, a menos que
sean invitados, pues entonces se llenan en los banquetes
hasta la saciedad, porque para ellos son raros los convites
y los toman con mayor avidez." (pp. 105-106).
La
Inquisición y la Santa Hermandad
" En España se atribuyen gran autoridad
los llamados inquisidores de la fe, contra los herejes,
marranos y sarracenos, con [“en”, según
la traducción de Goyanes] los que se ensañan
cruelmente. Hay otra institución de justicia admirable,
que llaman Hermandad, pues es una jurada fraternidad de
ciudadanos, que a toque de campana, de cada una de las
ciudades salen muchos miles de hombres armados, y al que
hubiere delinquido lo persiguen por todo el reino, enviando
mensajeros a todas las demás ciudades, de suerte
que le es casi imposible escapar, y al cogido lo atan
vivo al palo y lo atraviesan con flechas". (p.
103-104).
El nuevo mundo no es “América”
"Y habiendo levantado allí una torre de
39 pies y dejando allí algunos compañeros
para custodia y posesión del nuevo orbe hallado
por ellos, partió con los demás el mismo
Colón en dos naves a España, donde, recibido
con grandes honores por los reyes, fue saludado por todos
como virrey, almirante y gobernador del dicho Nuevo orbe,
por mandamiento de ellos. Y habiendo vuelto nuevamente
al continente descubrió nuevas islas, las que dominan
felicísimamente los españoles. Y se equivocan
grandemente los que pretenden que aquel continente se
llame América, como quiera que Américo fue
a aquella tierra mucho después de Colón
y no fue con los españoles, sino con los portugueses,
y con ánimo de comerciar". (p. 176).
De la Galia
"Los galos fueron llamados así por su
color lácteo y cándido, pues significa leche.
Hoy son llamados franceses, de los francos, pueblos de
Germania, por los cuales fue sometida casi toda la Galia."
(p. 107).
Abundancia de abogados y profesores en Francia
"No sólo de abogados está llena
Francia, sino también de profesores de todas las
disciplinas; testigo, la Academia de París; después
de ella, la tolosana, madre de los jurisperitos, y otras
muchas; pero la más ilustre de todas las del orbe
es la parisiense, a la cual casi todos los cristianos
de Europa concurren para aprender Filosofía, Teología
y demás artes liberales." (p. 108).
De los reyes de la Galia
"Del rey de la Galia cuéntanse dos cosas
memorables: primero, que hay en la iglesia de Reims (remense)
un vaso que redunda en perenne cristma, enviado del cielo
para la coronación del rey, con el que todos los
reyes son ungidos. La otra, que el rey mismo, por su solo
contacto, cura estrumas o escrófulas. Yo mismo
vi al rey que tocaba a muchos atacados de esta dolencia,
pero no vi que hubiesen sido sanados." (p. 109).
Germania. Carácter de sus habitantes
"Son los varones germanos de rojo color, de miembros
muy grandes; valerosos para la guerra; sin embargo, son
poco sufridos para la sed, el hambre, el calor y los trabajos
duros; pero en los primeros ímpetus, es su naturaleza
súbita e imperante. Probos, veraces, nada astutos;
rara vez uno engaña a otro en la negociación;
lo cual, empero, hacen con frecuencia los galos y otros
pueblos. Son también los germanos propensos al
culto de Dios; pero no fácilmente abandonan sus
opiniones una vez imbuidas, ni pueden ser reducidos del
cisma a la concordia; al contrario, cada uno defiende
con valor su herejía." (p. 113).
Los pobres siempre pierden
[En
este párrafo que se transcribe a continuación,
Servet describe la miserable condición del campesinado
alemán]
"La situación de los campesinos alemanes es
terrible, viven diseminados en el campo, agazapados en
chozas de barro, madera y paja; comen gachas y cuecen
hierbas, y solo beben agua y suero; son explotados sin
escrúpulo por los funcionarios de cada región
y ésta fue la razón de que recientemente
hubiera una rebelión de campesinos contra los nobles.
Pero los pobres pierden siempre." (Traducción
de Fernando Martínez Laínez, “Miguel
Servet”, Ed. temas de hoy, 2003, p. 87).
"Servet se refiere en este párrafo a las
revueltas campesinas que habían estallado en Stüblingen,
Selva Negra, en junio de 1524 y que se extendieron por
toda la región del Rhin, Suabia, Franconia y Turingia.,
causando miles de muertes."
Italia. Aspecto geográfico general
"Es región cargada (grávida), preñada
de metales, por doquiera vital; su salubridad, perenne;
eximia la temperatura del cielo; fértiles los campos;
abrigados los collados; muchos los saltos de agua, opacos
los bosques espléndidos los linajes (clases) de
selvas; admirable por los frutos; fértil en vides
y olivos; de noble vellocino el ganado y de magníficos
cuellos los toros." (p. 117).
Diferencias entre regiones
"El color de los italianos y la estatura es muy
diversa en la Galia cisalpina y al otro lado del Véneto;
el color, ordinariamente blanco; la educación y
el lenguaje, más cuidados. Al contrario, a lo largo
de la Etruria, en el Lacio, la Campania y en la Brucia,
el cabello es negro; la estatura, inferior y macilenta;
el lenguaje y la educación, más simples."
Diferencias de costumbres entre italianos
"No son en todos los italianos iguales las costumbres
ni la manera de vivir, ni son las mismas las leyes. Estos
se gobiernan por leyes pontificias, aquéllos por
leyes cesáreas, otros principalmente por leyes
municipales."
"Tienen
todos de común que viven frugalmente, visten con
pulcritud, van con la cabeza rapada y se cubren con cortísimas
capas hispánicas, mostrando las piernas. Los vénetos,
cuya ciudad tiene gran dominio por tierra y mar, visten
toga más amplia, cual la usan griegos, turcos,
rusos y demás septentrionales. Se deleitan de tal
manera en las cosas de sus mayores, que muchas veces llevan
los nietos los vestidos que llevaron los tatarabuelos."
"Abundan
en consejo, son tardos en el hablar y áspera su
pronunciación. De cierta ridícula magnificencia,
oficiosos en las palabras, de suerte que apenas dicen
verdad; fingen perdonar las injurias; pero si alguna vez
tienen ocasión, nadie se venga con más crueldad;
profieren con frecuencia horrendos juramentos y blasfemias.
Los milaneses, odiosos a los galos, a los que a su vez
odian; cuanto a los españoles, no se fían
de nadie. Su conversación es ruda, su lenguaje
precipitado, pero mucho más rudo es el de los pedemontanos.
En la guerra no sirven, como no sean muchos juntos."
(p. 118).
Carácter
de los genoveses
"La conversación de los genoveses es ridícula,
y no pueden compararse en letras con los otros; es, sin
embargo, elegante su vestido, de manera que no van sayados
ni togados. No poseen mucho consejo ni fidelidad. Son
aptos para rebelarse, inhospitalarios y olvidadores de
los beneficios."
El lenguaje toscano
"La lengua de los toscanos es, entre los italianos,
recomendable."
Carácter
de los romanos
"Son los romanos celosos, y vengan sevérísimamente
los adulterios de las mujeres." (p. 119).
Diferencias entre los habitantes de las regiones
italianas
"Búrlanse los napolitanos de los calabros,
los calabros de los ápulas, de todos estos los
romanos, de los romanos los etruscos, de los cuales, a
su vez, búrlanse también otros; y aun de
todos los demás mortales se burlan los italianos,
los desprecian y llaman bárbaros, siendo ellos,
sin embargo, presa, ya de los españoles, ya de
los galos, ya de los germanos." (p. 120).
Cerdeña. Origen de la risa sardónica
"Tampoco nace allí veneno, sino una hierba,
celebrada por muchos escritores y poetas, semejante al
apiastro, que contraela risa a los hombres y casi mata
a los que ríen." (p. 122).
Tabla
VII de Europa. Polonia
"La gente, en general, es prudente y de mucha
amabilidad hacia los huéspedes." (p. 124).
Tabla IX de Europa. Hungría. Hungaria
"Lloran a los difuntos durante un año
y a algunos por un bienio. Se rasuran la barba hasta el
labio superior. Juzgan como ley del culto la fe ortodoxa."
(p. 128).
Costumbre de los turcos
"Tanto los hombres como las mujeres usan vestidos
bastante anchos y largos, abiertos por delante; por lo
cual más honestamente al inclinarse puedan hacer
con perfección y ocultar la obra de la naturaleza;
pues cuídase mucho al hacer esto que no se vuelvan
hacia el Mediodía, adonde dirigen de ordinario
su cara los que oran, y miran también mucho que
al ser observados por cualquier hombre no muestren su
torpeza. Mean también agachados, a manera como
entre nosotros las mujeres; pues si alguno mease de pie,
sería tenido por todos como necio o hereje. Abstiénense,
por ley, del vino, porque es el semillero del pecado y
de toda inmundicia; sin embargo, comen uvas y beben mosto."
(p. 195).
Tabla de Tierra Santa
"Sin embargo, has de saber, óptimo lector,
que, por pura jactancia e injuria, se atribuyó
a esta tierra tan gran bondad; puesto que la misma experiencia
de mercaderes y peregrinos enseña que ella es inculta,
estéril y carente de toda dulzura (comodidad);
por lo cual, a la tierra prometida llámala esperada;
pero no la alabes en lengua vernácula." (p.
197).
[Calvino
utilizó esta descripción de Tierra Santa
como prueba de cargo contra Servet en el proceso de Ginebra,
ya que en la Biblia se describe la Palestina de Jesús
como una tierra rica en miel y leche]
Tabla neotérica de Creta o de Candia
"No hay en Creta animal alguno nocivo, serpiente
ninguna y tampoco lechuzas, y si alguna se encuentra,
muere en seguida. Es copiosa en cabras, necesita (carece
de) ciervos; es feracísima en excelente vino. Produce
una hierba que se llama dictamos, y la alunosa, que mordida
impide el hambre por mucho tiempo. También engendra
falangos, venenos y una piedra que se llama el dedo de
Ida." (p. 205).
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IN LEONARDUM FUCHSIUM APOLOGIA . Defensio
pro Symphoriano Campegio, autore Michaele Villanovano (Lyon,
1536). |
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(APOLOGÍA
CONTRA LEONARDO FUCHS)
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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En Lyón, Servet entra en contacto con el médico,
teólogo y filósofo, Sinforiano Champier,
uno de los más ilustres humanistas del Renacimiento
en Francia. Hombre de gran influencia, patrocinó
la fundación de la Universidad de la Trinidad en
Lyón y, en especial, su facultad de medicina. De
hecho, fue Champier quien probablemente influyó
en la decisión de Servet de trasladarse poco después
a París para estudiar medicina.
Al final de su estancia en Lyón, Servet publica
un opúsculo titulado “Apología
contra Leonardo Fuchs”. Por aquella época
Champier andaba enfrascado en una polémica con
Fuchs, cuyo nombre se ha inmortalizado con la flor fucsia
y por extensión a su color. Fuchs, médico
de profesión y eminente botánico, había
atacado ciertas teorías de Champier quien, a su
vez, lo había denunciado a la Inquisición
por mantener posturas supuestamente heréticas.
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CONTENIDO |
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Servet
prepara este folleto en defensa de su maestro y arremete
contra Fuchs. Lo paradójico de esta obra es que un
supuesto hereje, Miguel Servet, acusa de herejía,
a otro supuesto hereje, Leonardo Fuchs.
La obra, que tiene ocho folios en octavo y fue imrpesa en
el taller de Gilles Huguetan, consta de un prólogo
y tres partes. Un primer epígrafe titulado “Respecto
de la fe y las obras”, un segundo epígrafe
en el que trata sobre la escamonea, y un último epígrafe
sobre la sífilis. En la primera parte de la obra,
Servet refuta la doctrina luterana de la salvación
sólo por la fe, alineándose esta vez con la
iglesia romana al defender que la salvación no está
subordinada únicamente a nuestra fe, sino también
a nuestras obras. En la segunda parte, Servet se centra
en los temas médicos.
Fuchs
y Champier disentían en cuanto al uso de una droga
llamada escamonea, una especie de resina extraída
de ciertas raíces, de acción purgativa muy
eficaz, pero que puede ocasionar cólicos si no está
bien dosificada. Por esta razón, Champier desaconsejaba
su uso. La discusión con Fuchs, sin embargo, giraba
entorno a si la skamonia prescrita por los griegos en grandes
dosis, era la misma prescrita por los árabes en pequeñas
dosis. Fuchs defendía su identidad y Champier su
distinción, ya que la escamonea presenta diversos
grados de fuerza y composición según las diferentes
regiones y, según el Prof. Bainton y el Prof. Barón
Fernández, es este último quien estaba en
lo cierto.
Finalmente, en cuanto al morbo gálico o sífilis,
Servet, al igual que Champier, considera que se trata de
una enfermedad nueva de origen supranatural, que debe ser
interpretada como una manifestación de la cólera
divina, justificada por la corrupción general de
las costumbres. |
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COPIAS
DISPONIBLES |
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Se
coservan solamente dos ejemplares en París y en Londres.
Existe un facsímil de esta obra editado por Oxford
University Press en 1909.
El
Instituto dispone de una edición facsími de
esta obra. |
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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La
obra ha sido traducida al inglés por Charles David
O'Malley ["Michael Servetus. A Translation of his
Geographical, Medical and Astrological Writings with Introductions
and Notes", (Philadelphia: American Philosophical
Society, 1953), pp. 38-54] y al español por Ángel
Alcalá, "Apología contra Fuchs",
Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”,
Villanueva de Sijena (1981). |
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EXTRACTOS |
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[Traducción
de Angel Alcalá, "Apología contra
Fuchs", Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel
Servet”, Villanueva de Sijena, 1981]
Sobre la fe y las obras
"Los luteranos, cuyos argumentos y errores no
será arduo refutar ni descubrir, no quieren atribuir
ningún valor a las obras, y es que no entienden
suficientemente el alcance de la justificación.
Para ellos es bastante que el Salvador mismo le diga a
cada uno de los que creen en Cristo: «Tu fe te salva,
vete en paz». Tal es, por supuesto, la justificación
por sola la fe, sin obras, como según Rom. 4 le
ocurrió a Abraham." (p. 21).
La fe sin obras puede fenecer
"La razón estriba en que en el hombre
la principal forma sustancial es la causa activa, el deseo
mismo, mientras que la fe y las apariencias no pasan de
meros instrumentos. Por eso es menester dar alguna consideración
a estas acciones, sobre cuyas promesas de felicidad tanto
hablan las Escrituras. Bástenos el testimonio de
Santiago que, sin comprobarla con obras, la fe misma puede
fenecer. Lo mismo que, según los filósofos,
la calidad de la virtud disminuye si no se la pone en
práctica." (p. 23).
Liquen y sífilis no son la misma cosa
"En conclusión, Champier no afirma que
sean lo mismo el lichen y el morbo gálico, el cual
constantemente y de tantas maneras ha enseñado
que es una enfermedad nueva, producto de la ira de Dios.
Consecuentemente, ya que en este campo tanto Fuchs como
Champier comparten la misma opinión, pues aquél
reconoce que se trata de una enfermedad nueva y éste
también, además de compartir con los teólogos
que es muestra de la ira de Dios, ninguna razón
había para que Fuchs rebuscara tan ávidamente
una ocasión tan trivial como ésta para calumniarlo."
(p. 27).
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SYRUPORUM UNIVERSA RATIO. ad
Galeni censuram diligenter expolita. Cui, post integra de
concoctione disceptationem, praescripta est vera purgandi
methodus, cum expositione aphorismi: Concocta medicari.
Michaele Villanovano authore. Parisiis Ex officina
Simonis Colinaei. 1537. (Several editions of the work appeared,
in Venice in 1545; in Lyon in 1546, 1547, 1548). |
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(EXPLICACIÓN
UNIVERSAL DE LOS JARABES)
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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El 25 de marzo de 1537 Servet se matricula en la Facultad
de Medicina de la Sorbona y en el Colegio de Los Lombardos,
permaneciendo en París hasta 1538. En dicha Facultad,
Servet se codea con los grandes de la cirugía,
siendo condiscípulo de Vesalio, padre de la anatomía
moderna, y de Ambrosio Parei, un gran cirujano de la época.
Sus
profesores supieron pronto apreciar el valor intelectual
de Servet. En su “Anatomicarum Institutionum”,
Günther von Ardenach, relataba como Vesalio había
sido discípulo suyo, y como “Miguel de Villanueva”
había asimilado los más diversos conocimientos
y no era aventajado por nadie en el conocimiento de la
doctrina de Galeno.
Siendo estudiante en París, Servet publica su
“Explicación Universal de los Jarabes”
en la imprenta de Simonis Colinei en 1537. Éste
es precisamente el año en el que Calvino inicia
su primera estancia en la ciudad de Ginebra e instaura
su teocracia aprovechando los deseos de cambio de las
nuevas clases dirigentes de la ciudad helvética.
Servet alcanzó un éxito notable con la
publicación de esta obra, de la que se hicieron
varias ediciones. Esto hizo que aumentase su fama en París
entre las clases cultas. En esta época inaugura
un curso de matemáticas en la Escuela de los Lombardos
(las matemáticas comprendían lo que hoy
conocemos como tal, además de la Geografía,
la Astronomía y la Astrología).
La
popularidad de Servet en París hará nacer
la envidia y el resentimiento en algunos de los profesores
de la Facultad, que encontraron la ocasión propicia
para enconarse con Servet cuando éste vaticinó
en su curso de astrología la aparición de
pestes y guerras, y un eclipse de Marte por interposición
de la luna. A raíz de esta predicción, Servet
es acusado de practicar la astrología judiciaria,
prohibida por la Iglesia y condenada con la pena de muerte
en la hoguera.
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CONTENIDO |
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Este
tratado se distribuye a lo largo de 71 hojas en octavo.
Consta de un prefacio y seis discursos, estando los cuatro
primeros dedicados a la digestión y el quinto dedicado
a estudiar la composición y la utilidad de los jarabes
(esto es, de las cocciones edulcoradas que sirven de astringentes,
laxantes o tónicos). En el sexto discurso se estudia
la metodología de aplicación y los cuidados
complementarios.
Se trata, por tanto, de un tratado terapéutico en
el que Servet estudia la digestión y ataca las doctrinas
de los médicos árabes, intentando demostrar
la superioridad de la medicina griega sobre la árabe.
Según destaca Servet en la introducción del
libro, lo que le ha movido a publicar este estudio es “el
deseo de fomentar la medicina, la justa defensa del dogma
galénico y el propio amor a la verdad”.
Los griegos y los árabes discrepaban en cuanto al
uso de los jarabes y a los efectos que éstos producían
en la digestión. Por esta razón, la mayor
parte del tratado está dedicado a la “cococtio”
o digestión. Según la medicina árabe,
el proceso digestivo variaba en los enfermos y en los sanos.
Servet, de conformidad con la doctrina galénica,
defendía que el proceso digestivo era el mismo en
uno y otro caso..
La
“concoctio” galénica comprendía
tres digestiones: la primera con la formación de
la papilla alimenticia o quimo, la segunda que transformaba
el quimo en sangre, y la tercera, la que se realizaba en
los órganos o tejidos o asimilación. Los árabes
defendían la existencia de una “vis concotrix”,
independiente de la digestión normal, que actuaba
durante la enfermedad y a la que los médicos debían
ayudar mediante los jarabes. (Véase José Barón
Fernández, “Miguel Servet, Su vida y su
obra”, Ed. Espasa Calpe, 1970, p. 95 y M. Fuentes
Sagaz, “Miguel Servet (1511-1553)”,
Ed. Uriach, p. 64).
Servet refuta esta opinión y se muestra partidario
de dejar que sea la propia Naturaleza la encargada de actuar
sobre el enfermo en esos casos. Para Servet, sólo
existía una digestión y único era también
su fin. Por ello, no hay necesidad de administrar jarabes
para la función de la concocción, salvo que
haya necesidad de regular la función intestinal.
Servet preconizaba un nuevo planteamiento en el uso de
los jarabes y purgantes, recomendando un uso responsable
de los mismos. |
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COPIAS
DISPONIBLES |
|
Se
conservan al menos 26 ejemplares originales.
En
el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”
disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra. |
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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Existe
una traducción al inglés realizada por, Charles
David O'Malley, op. cit., (1953), pp. 55-167.
Asimismo, la obra ha sido traducida al español por
el Dr. José Goyanes Capdevila: "Razón
universal de los jarabes segun inteligencia de Galeno por
Miguel Villanovano (Miguel Servet)". Madrid,
Imp. de J. Cosano (1943). Vide también Ana
Gómez Rabal, "Explicación Universal
a los Jarabes" (Barcelona MRA, 1995). |
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EXTRACTOS |
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Traducción
al español de J. Goyanes y J. Torrubiano con el
título "Razón Universal de los
Jarabes", 1935.
Del uso de los jarabes
"He de advertir expresamente al lector que no
soy aquél a quien pintó Campegio en cierta
apología contra Fuchs, defensor de las doctrinas
de los sabios árabes, sino defensor campegiano
de los jarabes digestivos medicinales. Más bien
soy de opinión (conforme en esto con Campegio)
que hay que abandonar la doctrina de los árabes,
y que la administración de jarabes y pócimas
no se debe reprobar, pero tampoco emplear en forma bárbara."
(p. 308).
Utilidad de los jarabes
"...sosteniendo que son muy útiles los
jarabes o pociones dulces preparadas, no sólo por
su virtud de concocer, sino también para otros
muchos usos." (p. 310).
Concocción y evacuación
"Muy distinto es el método que
se puede colegir de Galeno, el cual enseña que
se conservan a favor de la concocción las materias
crudas, las semicrudas y las que tienden a la putrefacción.
Pero las que están ya putrefactas, requieren la
evacuación, de ninguna manera la concocción."
(p. 327).
Intuición de las vitaminas
"Y que de los verdaderos jugos de hierbas, no
sólo Galeno, sino también Asclepiades, Antonio
Musa, Filagrio y otros antiguos usaron exprofeso, y elaboraron
con ellos pociones dulces, que nosotros llamamos jarabes,
lo que demostraremos luego. Y aun las hierbas secas más
acres de lo justo no las recomendaremos tanto como los
jugos exprimidos, en los cuales está íntegra
la virtud de aquéllas, más que en su decocción.
Y si hay alguna acuosidad en la hierba fresca, se quitará
por la decocción del jugo." (p. 435).
Indicaciones de los diferentes jarabes
"Cuando temieres, pues, la debilidad de la fuerza
de la naturaleza y la acrimonía del humor, usarás
de jarabes fríos, según las predichas indicaciones,
así como al revés, prescribirás siempre,
con Hipócrates y Galeno, los extenuantes e indicentes,
cuando pensares hacer fluidos los cuerpos" (p.
448).
Del modo de limpiarse los diferentes órganos
"Porque el estómago se limpia por el vómito
y la deyección; los intestinos, las cavidades del
hígado y el bazo, por las partes inferiores; el
hígado, los riñones, la vejiga y todas las
venas, por el vientre, si están llenas de humor
vicioso, y si lo están de poco, por las orinas.
El cerebro se evacua por el paladar, las narices y los
oídos. El pecho y el pulmón, por la traquearteria."
(pp. 464-465).
Consecuencias del abuso de laxantes y enemas
"Mas si haces deponer muchas veces en las fiebres,
destrozarás las energías, antes de que la
acostumbres (a la naturaleza). Añádase que
por las lavativas no se acostumbra cómodamente
la naturaleza, antes bien, irritada por ellas, se olvidará
de la deposición espontánea.
Y
no puede decirse aquí que se ha producido costumbre,
pues ésta sólo se consigue en muchas veces,
y para nosotros, basta haber evacuado aun una sola vez,
para indicar ya el camino al fármaco futuro, para
que la naturaleza no lleve con molestia una cosa desacostumbrada
y en hora desacostumbrada, principalmente si no se ha
facilitado antes la salida por los emunctorios naturales."
(p.
468).
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MICHAELIS VILLANOVANI IN QUENDAM MEDICUM APOLOGETICA DISCEPTATIO
PRO ASTROLOGÍA. (París
1538). |
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(DISCURSO
EN PRO DE LA ASTROLOGÍA)
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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En el siglo XVI, el estudio y la práctica de la
astrología estaba muy extendido entre las personas
cultivadas y clases dirigentes. Incluso los escolásticos
aceptaban la utilización de la astrología
como ayuda de la medicina, por cuanto admitían
que los astros podían influir en el estado anímino
de los seres humanos y en la evolución de las enfermedades.
A finales de 1536, Servet, aconsejado por Sinforiano
Champier, se traslada a París para estudiar medicina.
Para ganarse el sustento, Servet imparte un curso de
matemáticas en el Colegio de los Lombardos, entre
cuyas materias se encuentra la astrología. Durante
el curso, Servet pronosticó guerras, pestes y
un eclipse de Marte por interposición de la luna
para el 13 de febrero de 1538 (que se cumplió),
y se refirió a la influencia de los astros sobre
el devenir de los hombres.
El
decano de la Facultad de Medicina, Jean Tagault, instó
la incoación de un procedimiento contra Servet
y le ordenó suspender el curso. Servet reaccionó
ante estas acusaciones publicando este pequeño
opúsculo de dieciséis páginas ("Apologetica
disceptatio pro astrología") en el que
defiende la astrología indiciaria o judiciaria
para predecir eventos futuros. Sin embargo, debe destacarse
que Servet nunca admitió el determinismo astrológico.
Para Servet, la voluntad del ser humano siempre puede
sobreponerse a la influencia de los astros. “El
hombre es libre y recibe de los astros sólo inclinaciones
y tendencias”. ("Christianismi Restitutio",
p. 259).
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CONTENIDO |
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En esta obra, Servet hace una defensa de la astrología
judiciaria y de la necesidad de que los médicos la
practiquen para conocer la influencia de los astros sobre
el hombre sano y enfermo. Servet afirma que las enfermedades
pueden ser adecuadamente conocidas mediante la astrología
al permitir predecir tanto la constitución del enfermo
como el curso futuro de la enfermedad y su erradicación.
(Para
saber más sobre esta obra y los conocimientos astrológicos
de Servet, vide Francisco Tomás Verdú
Vicente, “Astrología y Hermetismo en Miguel
Servet”, Tesis Doctoral presentada en la Facultad
de Filosofía y Ciencias de la Educación de
la Universidad de Valencia, 1998. El Instituto de Estudios
Sijenenses Miguel Servet, dispone de una copia). |
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COPIAS
DISPONIBLES |
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En
el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”
disponemos de una edición facsímil de esta
obra. |
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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La
obra ha sido traducida al inglés por Charles David
O'Malley, op. cit., pp. 168-188, y al español por
Ángel Alcalá: “Discurso en pro de
la Astrología”, Instituto de Estudios
Sijenenses “Miguel Servet”, Villanueva de Sijena,
1981. |
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EXTRACTOS |
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[Del
“Discurso en pro de la Astrología”,
traducción de Angel Alcalá, Instituto de
Estudios Sijenenses “Miguel Servet”, Villanueva
de Sijena (1981)]
Preceptos universales y juicios particulares
"Veo que mi adversario no conoce la diferencia
entre los preceptos universales que fundamentan el arte
y los juicios particulares, de suyo siempre inconsistente.
Los preceptos de Hipócrates en el «Libro
de los pronósticos» son consistentes; pero
partiendo de ellos juzgarán las cosas dos médicos
de manera distinta y aun completamente opuesta entre sí.
Partiendo de unas mismas leyes, dos jueces sostendrán
diversa opinión sobre el mismo caso y aun completamente
opuesta en virtud de diferentes conjeturas, diferentes
prejuicios, diferentes influencias y diferente erudición.
¿Se derribarán por ello las leyes o los
preceptos de Hipócrates? ¡En absoluto! "
(p. 44).
"Para formular conjeturas válidas la mente
debe hallarse libre de toda influencia extraña
(final del discurso)."
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IMAGEN
NO
DISPONIBLE |
DECLARATIONIS JESU CHRISTI FILII DEI LIBRI V. Michaele
Servet alias Reves Tarraconensi
(París, Circa 1540) |
Se
trata de un libro extraordinatriamente raro, del que
solo se conservan 13 ejemplares originales en Londres,
Carpentras (Francia) y Lovaina (Bélgica). Son
ediciones hechas a partir de un manuscrito fechado en
1540, que actualmente se conserva en Stuttgart (Hauptaatsarchivee,
1763, Bü.25), siendo generalmente atribuido a Miguel
Servet.Sobre este singular trabajo de Servet véase
"Miguel Servet. Obras Completas", Coordinador
Angel Alcalá Galve, Ed. Larumbe 2004. |
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EDICIONES DE LA BIBLIA (Lyon 1542, Lyon
y Viena 1542 y 1545). |
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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En 1542 Miguel Servet es contratado para editar la Biblia
del fraile dominico Santes Pagnini (1470-1536. Pagnini,
experto en lenguas clásicas había sido profesor
en el Colegio de Lenguas Orientales fundado por el Papa
León X. Durante más de veinticinco años
dedicó sus esfuerzos a traducir los textos bíblicos
de su fuente original al latín. La primera edición
se publicó en Lyon en 1527/1528, y una segunda
edición apareció en Colonia en 1541, editada
por Melchior Novesianus. La edición de Novesianus
supuestamente fue corregida por Servet y publicada por
Hugues De La Porte y Gaspar Treschel en 1542 con el título
de "Biblia Sacra ex Sanctes Pagnini translatione".
Igualmente,
ese mismo año, estos dos impresores publicarán
otra edición de la Biblia ("Biblia sacra
ex postremis doctorum omnium vigiliis"),
en
la que figura un apendice titulado "Summa Totius
Sacrae Scripturae" escrito por Servet.
Sin
embargo, bajo la responsabilidad total de este, en 1545
será publicada otra Biblia en seis volúmenes
por De La Porte y Tresches. Esta última edición
de la Biblia es la más enriquecida por las anotaciones
y correcciones de Servet, que firma bajo el pseudónimo
de Michel De Villeneufve, recibiendo el título
de "Biblia Sacra cum glossis, interliniari et
ordinaria".
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CONTENIDO |
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Servet insiste en la necesidad de estudiar la historia
de los Hebreos para entender mejor el significado de la
Biblia, buscando esencialmente su significado literal e
histórico. Con la publicación de la "Biblia
ex Sanctes Pagnini Translaitione" en 1542, Servet
se granjeó en el respeto de los impresores de Lyon.
Y nuevamente es mismo año Servet será contratado
por la Compagnie des Libraires de Lyon para corregir y evitar
una nueva versión de la Biblia de Pagnini con el
título de "Biblia Sacra ex postremis doctorum
omnium vigiliis"
Finalmente
tras tres años de intenso trabajo, otra edición
sale al mercado en 1545 bajo el título "Biblia
Sacra cum glossis interlinari et ordinaria, Nicolai Lyrani
postilla et moralitatibus, Burgensis additionibus, et Thorungi
replicis... Omnia ad Hebraicorum et Graecorum fidem iam
primum suo nitori restituta, et variis scholiis illustrata.
Lugduni anno MDXLV. Cum privilegio regis." |
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COPIAS
DISPONIBLES |
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El
Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”
dispone en sus fondos bibliográficos de un ejemplar
original de la obra de Santes Pagnini "Institutiones
Hebraicae".
De
la sucesivas ediciones lionesas de la Biblia se conservan
varias copias originales en diferentes bibliotecas. |
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CHRISTIANISMI RESTITUTIO Totius ecclesiae
apostolicae est ad sua limina vocatio, in integrum restituta
cognitione Dei, fidei Christi, iustificationis nostrae,
regenerationis baptismi, et coenae domini manducationis.
Restitutio denique nobis regno coelesti, Babylonis impiae
captivitate soluta, et Antichristo cum suis penitus destructo.
M.D.
LIII. 734 pp. 8. MVS |
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CONTEXTO
HISTÓRICO |
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Tras su procesamiento en París, Servet abandona
la ciudad del Sena y se traslada primero a Lyón
y después a la pequeña localidad de Charlieu,
donde practicará plácidamente la medicina
durante dos. Hacia 1540 Servet traslada su residencia
a Viena del Delfinado, una discreta y tranquila ciudad
cercana a Lyón.
La
principal razón por la que Servet se traslada
a Viena del Delfinado se explica por la presencia en dicha
ciudad de Pierre Palmier, quien en París había
asistido de oyente a sus lecciones de geografía.
El Prof. Bainton advierte que otra de las razones por
las que Servet se traslada a Viena obedece a que la firma
de impresores Treshsel había establecido una sucursal
en dicha ciudad.
Durante
doce años, que fueron los más pacíficos
de su vida, Servet se dedicará a practicar la
medicina y a editar algunas de sus obras más sobresalientes,
como la segunda edición de la "Geografía
de Ptolomeo" en 1541 y una nueva edición
de la "Biblia de Pagnini" en 1545.
En este ambiente tranquilo, Servet se dedica en secreto
a elaborar la que será su obra más importante:
la "Christianismi Restitutio" (la restitución
o restauración del cristianismo). Desde 1546, la
obra circulaba de forma manuscrita, aunque desconocemos
cuántos ejemplares se pudieron distribuir de esta
forma. En 1551, Arnoullet y Gueroult establecen una imprenta
clandestina cerca de Viena del Delfinado. Es en este establecimiento
donde en 1552 se empieza a imprimir la "Christianismi
Restitutio". La
impresión se inició el día de San
Miguel y finalizó a principios de 1553. Se editaron
800 ejemplares, que no fueron encuadernados, distribuyéndose
en fardos de papel para evitar levantar sospechas. El
3 de enero de 1553, el primer fardo de 500 libros escondidos
en pacas de heno era enviado a la feria de Frankfurt.
Otro envío se dirigió a Lyón para
el librero Pierre Merrin, y un tercer fardo fue enviado
a un librero de Ginebra. A pesar de todas las precauciones,
prácticamente todos los fardos fueron destruidos
poco después de salir a la luz.
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CONTENIDO |
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Se trata de la obra más conocida de Servet y en
la que condensa todo su pensamiento teológico. El
libro está dividido en seis partes. La parte I contiene
cinco libros relativos a la divina Trinidad. Estos cinco
primeros libros abarcan los mismos temas que trató
Servet en su "De Trinitatis Erroribus"
(1531).
La
parte II se compone de tres libros, que se presentan en
forma de diálogo, sobre la Fe y la Rectitud de Cristo,
el Reino de Jesucristo y el Amor. Constituyen una exposición
detallada de los argumentos elaborados por Servet en su
"Dialogorum de Trinitate" (1532).
La
parte III, incluye tres libros sobre la Fe y la justicia
del Reino de Cristo, sobre las diferencias entre la Ley
y el Evangelio y sobre la Caridad comparada con la Fe. Estos
tres libros son una reformulación del tratado que
Servet adjuntó a su "Dialogorum de Trinitate:
De iusticia regni Christi, ad iusticiam legis collata et
de charitate".
La
parte IV contiene treinta cartas de Servet a Calvino. En
la parte V, se enumeran sesenta signos del Anticristo. La
parte VI contiene una “Apología contra
Felipe Melachton y sus colegas sobre el Misterio de la Trinidad
y sus costumbres antiguas” y una autodefensa
de Servet contra los ataques de que fue objeto por parte
de Melanchton en sus Loci Communes.
La "Christianismi Restituto" no es una
obra fácil de leer y de entender en su totalidad,
pero ello no es excusa para no intentar resumir el contenido
de la misma, recurriendo a los grandes temas y conceptos
religiosos que en ella se tratan:
a). El emanantismo de Servet
Según el Prof. Bainton, para Servet, “Dios
es el Sumo Uno, fuente de ser dinámico comprometido
en perpetua autoelaboración a través de emanaciones
de sí mismo por medio de intermediarios tales como
la razón, la sabiduría y la palabra, comparables
en su manifestación a los rayos de sol. Estas emanaciones
descienden del Uno y así la realidad queda graduada
en niveles según su destino de la fuente”.
(R. H. Bainton, “El hereje perseguido”,
Ed. Taurus, 1973, p. 138)
En
la "Christianismi Restitutio", Servet
escribe:
"Por
contener en sí las esencias de todas las cosas,
se nos muestra como fuego, piedra y electricidad, una
varilla, una flor, cualquier otra cosa. No se inmuta,
él porque una piedra sea vista en Dios. ¿Se
trata de una verdadera piedra? Claro que sí: Dios
es madera en la madera, piedra en la piedra, por tener
en sí el ser de la piedra, la forma de la piedra,
la sustancia de la piedra.” ("Christianismi
Restitutio", p. 589)
“Dios confiere ser, esencia, particularidad a todo
lo que existe, y sustenta a todos los seres. Nada puede
ser sin El: “Dios lo llena todo, hasta el infierno.”
("Christianismi Restitutio", p. 240).
A pesar de este lenguaje cercano al “panteísmo”,
Servet, no fue, como han apuntado algunos autores, un panteísta
(doctrina que confunde a Dios con el ser de todas las cosas),
sino más bien un “panenteísta. Para
Servet todas las cosas presentes en el mundo, sean tangibles
o intangibles, emanan y son creadas de la nada por Dios
por su Palabra, es decir, mediante el Verbo Divino, y en
cuanto que emanaciones de Dios participan en diferentes
grados de la esencia divina; sin embargo, para Servet,
todas esas cosas no “son” Dios, como podría
defender un panteísta:
“Hay un solo modo divino, el más insigne
y principio de todos los demás. Tal es el de la
plenitud de la sustancia, el modo divino sin sustancia,
que está sólo en el cuerpo y en el espíritu
de Jesucristo. Modo, pues, como se ve, doble, por tratarse
de dos personas (manifestaciones). Un modo es la manifestación
en la Palabra, el otro es la comunicación en el
Espíritu; uno corporal, otro espiritual. Ambos
son modos sustanciales, que dan el ser a las demás
cosas, tanto en el cuerpo como en el espíritu...
De aquí derivan todas las demás cosas, igual
que las ramas de un mismo tronco, igual que los renuevos
de una misma raíz, como los pámpanos de
una misma cepa.”
b)
En torno a la Trinidad
Servet retoma en esta obra sus concepciones sobre el dogma
de la Trinidad, ya apuntadas en sus obras de juventud. Servet
no fue, como se ha dicho un antitrinitario. Lo que combate
Servet es la formulación trinitaria del Credo Niceno.
Por ello, puede afirmarse que Servet creía en la
Trinidad, pero la interpretaba, apoyándose en la
razón, de manera diferente a la de la jerarquía
eclesiástica. Su concepción sobre Dios, de
clara influencia neoplatónica, condicionará
la visión servetiana sobre el misterio de la Santísima
Trinidad.Tras
estudiar la Biblia con detenimiento, Servet, advierte que
no se encuentra en ella ninguna referencia a la palabra
Trinidad, por lo que llega a la conclusión de que
dicho dogma ha pervertido el entendimiento de la verdadera
relación entre Dios y Cristo, y entre Dios y los
hombres. De esta forma, el pensamiento de Servet, engarza
con el de aquellos que cuestionaron con anterioridad la
validez del misterio de la Trinidad.
A diferencia de los defensores tradicionales del misterio
de la Trinidad, para Servet no existe una distinción
real entre las tres personas de la Trinidad. Éstas
no son personas sino modos o formas de manifestación
de la divinidad. Para Servet, Cristo fue Dios cuando se
hizo hombre y, por ello, carecía de esa cualidad
divina con anterioridad. Servet admitía que Jesucristo
era hijo de Dios, pero sólo después de su
aparición en la tierra. El Verbo es la forma y preexistió
con el Padre. Pero la carne es materia. Cristo es la combinación
de ambas y, por lo tanto, no ha podido preexistir a esa
unión.
Cristo fue un hombre histórico real, pero era más
que un simple hombre porque era el Hijo natural de Dios,
lo que lo diferenciaba del resto de los hombres, que eran
hijos “adoptivos de Dios”. En cuanto al Espíritu
Santo, para Servet no era una persona/hipóstasis
aparte de Dios, porque ese razonamiento conduce al triteísmo.
Con estas afirmaciones, Servet disentía de católicos
y protestantes (que afirmaban la consustancialidad de Cristo
con Dios, por lo que Jesucristo debía decirse “eterno”),
pero también de aquellas sectas o movimientos religiosos
escindidos del protestantismo que negaban abiertamente el
carácter divino de Jesucristo.
c) Su Cristocentrismo
El rechazo de Servet a la interpretación del dogma
de la Trinidad por la curia romana no significa que Jesucristo
no juegue un papel esencial en el sistema teológico
de Servet. Se ha dicho de Servet que fue un cristocentrista,
por cuando que Jesucristo es el intermediario indispensable
que permite a los hombres conocer, acercarse, e incluso,
elevarse hasta a Dios.
A diferencia del Calvinismo y, en cierto sentido, también
del Catolicismo, para el que los hombres tenían una
naturaleza intrínsecamente corrupta que les impedía
acercarse a Dios, para Servet el hombre es capaz de unión
con Cristo y, a través de Cristo con Dios, de forma
que “lo divino ha bajado hasta lo humano para que
lo humano pueda ascender hasta lo divino” ("Christianismi
Restitutio", p. 279).
Para
el Prof. Hillar, esta cercanía del hombre a Dios,
incluso después del pecado original, es la característica
más relevante del humanismo de Servet y lo que lo
diferencia de otros humanistas (M. Hillar, “Michael
Servetus”, University Press of America, 2002,
p. 102).
Según Servet:
“En la Biblia no hay menciones a la Trinidad,
ni hipóstasis, ni esencia ni personas, que fueron
luego puestas por los escolásticos para confundir
[...]. Nosotros conocemos Dios no por nuestras orgullosas
concepciones filosóficas, sino a través
de Cristo que se manifiesta en Él, y solamente
a través de la fe en él podemos conocer
a Dios. Cristo es un ser visible y no una mera hipóstasis.
Dios no toma forma corporal sino en Cristo.”
“Nuestro hombre interior no es sino Cristo mismo.
Lo cual no equivale a decir que somos lo mismo que Cristo,
pues nadie es lo mismo que otra persona. Pero Cristo nos
comunica su gloria: ‘La gloria que tu me diste,
yo se la he dado a ellos, para que yo esté en ellos
como tú, Padre en mí´ [(Juan 17)].
Cristo es llamado nuestro hombre interior, porque nos
comunica su espíritu que nos renueva cada día.
Cuanto más renueva Cristo nuestro espíritu
por el fuego del suyo, más penetra en nuestro cuerpo,
más crece en Cristo nuestro hombre interior: mientras
El se forma en nosotros, declina el hombre exterior. Nuestro
hombre interior consiste en el elemento divino, de Cristo,
y el humano, de nuestra naturaleza, de modo que con toda
propiedad se nos llama partícipes de la naturaleza
divina y se dice que nuestra vida está escondida
en Cristo. ¡Oh gloria incomparable! ¿No estará
en nosotros el Reino de Dios, si Cristo que está
en los cielos está en nosotros, haciéndonos
lo que El es? Nuestro hombre interior es realmente celestial.
Del cielo ha venido, de la substancia de Dios, de la voluntad
de la carne, sino de Dios. Nuestro hombre interior es
Dios, como Cristo es Dios. Nuestro hombre interior es
Dios, como Cristo es Dios y el Espíritu Santo es
Dios. Como previendo esta verdad dijo el Salmista: ´Yo
lo he dicho, sois dioses’. Y como el Dios uno en
mucho los hace Dioses, así el Cristo uno en muchos
los hace a la vez cristos y dioses.”("Christianismi
Restitutio", p. 557-59.)
d) El anabaptismo de Servet
Servet sólo admitía dos sacramentos, el bautismo,
cuando la persona tuviese uso de razón, y la Cena
o la Misa. Por tanto, compartía con los anabaptistas
el rechazo al bautismo de los párvulos. Con el término
anabaptista se designa a varios grupos de reformadores radicales
partidarios del bautizo sólo en adultos. El
movimiento anabaptista adquirió un significado eminentemente
político bajo la dirección de Thomas Münzer
(1490-1525), primero colaborador de Lutero y luego su adversario,
y la de Nicolás Stroch. Los anabaptistas se caracterizaban
por su rigorismo moral, la sencillez de su culto y su anhelo
de justicia social, por lo que fueron perseguidos duramente
por todas las iglesias reformadas.
De
hecho, su principal dirigente, Thomas Münzer fue apresado
y decapitado. Ajusticiados sus principales dirigentes, los
anabaptistas se reorganizaron bajo la jefatura de Juan de
Leyden, adueñándose de la ciudad de Münster,
de donde fueron arrojados y exterminados en 1535.
El anabaptismo de Servet se mantuvo siempre en los límites
de lo estrictamente religioso, por lo que no abrazó
los postulados político-sociales de rebeldía
contra el poder feudal propugnados por algunos revolucionarios
anabaptistas y que en Alemania alentaron las revueltas campesinas
de 1524.
Servet fundamenta su rechazo al bautismo de los párvulos
en la trascendencia que el bautismo tiene para el cristiano
como acto iniciático de redención en Cristo
("Christianismi Restitutio", pp. 724-725).
Ese profundo acto de regeneración a una nueva vida
espiritual sólo tiene sentido cuando los hombres
alcanzan una edad en la que pueden distinguir entre el bien
y el mal, y, en consecuencia, ser tentados por el demonio
("Christianismi Restitutio", pp. 574-578).
Para Servet, esto suele acaecer hacia los veinte años,
por lo que antes de dicha edad no debe administrarse el
sacramento del bautismo ("Christianismi Restitutio",
p. 568). En este sentido, Servet recomendaba esperar hasta
los treinta años para ser bautizado, siguiendo de
esta forma el ejemplo del propio Cristo ("Christianismi
Restitutio", p. 577).
f) La circulación de la sangre
En el libro V (páginas 168 a 173) se encuentra el
famoso pasaje de la circulación pulmonar.
Quienes se pregunten por qué este descubrimiento
científico se contiene en un libro de teología
deben buscar la respuesta en el carácter integrador
del pensamiento de Servet. Como hijo del Renacimiento,
la teología, la medicina, la filosofía y el
resto de las ciencias no son vistos como compartimientos
estancos sino como saberes conexos y complementarios que
permiten al hombre comprender el universo en su globalidad.
Servet descubre la circulación de la sangre porque
el conocimiento del mundo sensible le permite comprender
la relación entre Dios y el hombre. Para Servet,
el hombre puede aspirar a comunicarse con Dios siguiendo
el ejemplo de Cristo. Para que esta comunicación
se produzca, debe de haber en el hombre una “chispa”
de divinidad, que Servet identifica con el “pneuma”.
En esta época, el “pneuma”, lo respirado
era sinónimo de alma. El alma, según la tradición
bíblica, fue inyectada por Dios al hombre a través
de la respiración.
Servet pensó que, si el alma estaba en la sangre,
la mejor forma de comprenderla era estudiar la circulación
sanguínea. Por ello, a Servet le interesaba más
el circuito recorrido por el alma o espíritu que
el curso de la sangre en sí misma. En su búsqueda,
Servet descubre que, contrariamente a la concepción
galenística de la circulación, la transmisión
de la sangre del ventrículo derecho del corazón
al ventrículo izquierdo no se produce a través
de los poros del tabique del corazón, sino a través
de un “magno artificio”, por el que la sangre
es impulsada desde el ventrículo derecho hacia los
pulmones para su oxigenación, pasando luego al ventrículo
izquierdo del corazón.
g)
El Papa es el Anticristo
“Quien verdaderamente crea que el Papa es el Anticristo,
creerá también verdaderamente que la Trinidad
papística, el bautismo infantil y los otros sacramentos
del Papado son doctrinas de los demonios. ¡Oh, Cristo,
hijo de Dios, libertador clementísimo, que tantas
veces liberaste de angustias a tu pueblo!: Líbranos,
miserables, de esta cautividad babilónica del Anticristo,
de su hipocresía, de su tiranía y de su idolatría.
Amén.” (Signa Sexaginta Regni, Antichristi,
et reuelelatio eius, iam nunc praesens (conclusio); Sesenta
signos del Reino del Anticristo, y su realización,
presente ya, p. 670). |
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COPIAS
DISPONIBLES |
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De
esta obra fueron impresos unos ochocientos ejemplares, de
los que tan sólo se conservan tres ejemplares originales.
Uno en la Biblioteca Imperial de Viena, otro en la Biblioteca
Nacional de París y el tercero en la Universidad
de Edimburgo (en este último caso se trata de un
ejemplar incompleto al que le faltan las 16 primeras páginas).
Lawrence y Nancy Goldstone explican las vicisitudes de esta
obra única en la historia de la teología en
su libro “Out of the Flames, The Remarkable Story
Of A Fearless Scholar, a Fatal Heresy And One Of The Rarest
Books In The World”, New York Boadway Books,
2002.
Una
edición facsímil de esta obra fue elaborada
por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt a.M. 1965.
En
el Instituto de Estudios Sijenenses “Miguel Servet”
disponemos de varias ediciones facsímil de esta obra. |
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REIMPRESIONES
/ TRADUCCIONES |
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Un
fragmento de la "Christianismi Restitutio"
fue impreso por Gregorius Paulus (Grzegorz Pawel), quien
tradujo algunos fragmentos al idioma polaco en 1568(¿):
"Okazanie Antychrysta y iego Królestwa ze
znaków iego wlasnych w slowie bozym opisanych, których
tu szescdziesiat". [El advenimiento del Anticristo
y su reino, de conformidad con sus propios signos como se
describen en la Palabra de Dios. Se trata de sesenta signos.]
En 1790, Christoph Gottlieb von Murr (1733-1811) realiza
una nueva impresión de la Christianismi en Nuremberg.
Esta misma edición fue impresa en un facsímil
por la casa editorial Minerva G.m.b.H., Frankfurt an Mein,
1966. Von Murr realizó una nueva impresión
de una impresión realizada en Viena, que se conserva
en la Biblioteca de la Universidad de Harvard.
A finales del siglo XIX, la Christianismi Restitutio es
traducida al Alemán por Bernhard Spiess: "Wiederherstellung
des Christentums", Wiesbaden. Verlag von Chr.
Limbarth. 1892, 1895, 1896, en tres volúmenes.
En 1980 aparece la primera traducción al español
de la "Christianismi Restitutio" a cargo
de Angel Alcalá y Luís Betés: “Miguel
Servet, Restitución del Cristianismo”.
Edición, introducción y notas de Ángel
Alcalá (Madrid, Fundación Universitaria Española,
1980). Esta primera traducción no incluye las "Treinta
Cartas a Calvino" y "Los Setenta signos del Anticristo",
ambos escritos fueron incluidos por Servet en su "Christianismi
Restitutio".
Un año después se traduce al español
las "Treinta cartas a Calvino" y "Los
Sesenta signos del Antichristo". "Apología
contra Melanchton". Edición de Ángel
Alcalá (Madrid, Ed. Castalia,1981). |
|
EXTRACTOS |
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[Traducción
de A. Alcalá y L. Betés, 1980. (El primer
número, entre paréntesis, hace referencia
a la página de la edición original; el segundo,
entre corchetes, a la traducción de Alcalá
y Betés)]
Espíritu natural, vital y animal. Localización
"Así pues, para que adquieras completo
conocimiento del alma y del espíritu, voy a incluir
aquí, lector (cristíano), una filosofía
divina que entenderás con facilidad, si estás
versado en anatomía. Suele decirse que hay entre
nosotros tres espíritus formados de la sustancia
de los tres elementos superiores: el natural, el vital
y el animal. El espíritu vital és el que
por las anastomosis se comunica de las arterias a las
venas, en las que recibe el nombre de espíritu
natural. El primero, pues, es la sangre, cuya sede está
en el hígado y en las venas del cuerpo; el segundo
es el espíritu vital, cuya sede está en
el corazón y en las arterias del cuerpo; el tercero
es el espíritu animal, una especie de rayo de luz,
cuya sede está en el cerebro y en los nervios del
cuerpo. En los tres está la energía del
único Espíritu y Luz de Dios".
(p. 169) [330-332].
El alma está en la sangre
"Que el espíritu natural sea comunicado
por el corazón al hígado lo demuestra la
formación del hombre desde el útero, pues
por cordón umbilical discurre la arteria unida
a la vena, y asimismo en nosotros, después, siempre
van unidas arteria y vena. El alma le fue inspirada por
Dios a Adán antes al corazón que al hígado,
siéndole comunicada a éste desde el corazón.
El alma le fue infundida realmente por inspiración
en su rostro y narices; pero esa inspiración se
dirige al corazón. El corazón es lo primero
que vive, la fuente de calor en medio del cuerpo."
"Toma
del hígado el líquido de la vida, como su
materia, y a su vez lo vivifica; de la misma manera que
el líquido del agua suministra la materia a los
elementos superiores y luego, al recibir la luz, es vivificado
por ellos para germinar. De sangre del hígado consta
la materia del alma, mediante una maravillosa elaboración
que ahora vas a escuchar. Por eso se dice que el alma
está en la sangre, y que el alma misma es la sangre
o es-' píritu sanguíneo. No se dice que
el alma esté principalmente en las paredes del
corazón, ni en la masa del cerebro o del hígado,
sino en la sangre, como enseña Dios mismo."
(Gen. 9; Lev. 17; Deut. 12) (pp. 169-170) [332].
Circulación pulmonar
"Para entender todo esto hay que entender primero
cómo se produce la generación sustancial
del propio espíritu vital, el cual está
constituido y alimentado por el aire aspirado y por una
sangre muy sutil. El espíritu vital tiene su origen
en el ventrículo izquierdo del corazón,
y a su producción contribuyen principalmente los
pulmones."
"Se
produce en los pulmones al combinarse el aire aspirado
con la sangre sutil elaborada que el ventrículo
derecho del corazón transmite al izquierdo. Pero
este trasvase no se realiza a través del tabique
medio del corazón, como corrientemente se cree,
sino que, por un procedimiento muy ingenioso, la sangre
sutil es impulsada desde el ventrículo derecho
del corazón por un largo circuito a través
de los pulmones. En los pulmones es elaborada y se torna
rojiza, y es trasvasada desde la arteria pulmonar a las
venas pulmonares."
"Luego,
en la misma vena pulmonar se mezcla con aire aspirado,
[y] por espiración se vuelve a purificar de la
fulígine; y así, finalmente, la mezcla total,
material apto ya para convertirse en espíritu vital,
es atraída por la diástole desde el ventrículo
izquierdo del corazón."
(p. 170) [333-334].
Argumentos
a favor de la circulación pulmonar
"Ahora bien, que se realice [de este modo] a
través de los pulmones esa comunicación
y elaboración, lo demuestra la variada conexión
y comunicación de la arteria pulmonar con la vena
pulmonar en los pulmones, y lo confirma el notable tamaño
de la arteria pulmonar, ya que ella no hubiera sido hecha
tan grande, ni enviaría tal cantidad de la sangre
más pura desde el corazón a los pulmones,
simplemente para alimentarlos, ni de esta suerte podría
ser útil el corazón a los pulmones. Sobre
todo, si se tiene en cuenta que, anteriormente, en el
embrión, los pulmones se nutrían de otra
fuente, a causa de que esas membranitas o válvulas
del corazón no se abren hasta el momento del nacimiento,
como enseña Galeno."
"Es,
pues, evidente que tiene otra función el que la
sangre se vierta tan copiosamente del corazón a
los pulmones, precisamente en el momento de nacer. Lo
mismo prueba el hecho de que los pulmones no envían
al corazón, a través de la vena pulmonar,
aire solo, sino aire mezclado con sangre. Luego tal mezcla
tiene lugar en los pulmones: los pulmones dan a la sangre
oxigenada ese color rojizo, no el corazón [el cual
más bien se lo daría negro]."
"En
el ventrículo izquierdo del corazón no hay
[además] suficiente espacio para tan grande y copiosa
mezcla, ni actividad capaz de darle ese color rojizo.
Por último, dicho tabique intermedio, al carecer
de vasos y de mecanismos, no resulta idóneo para
semejante comunicación y elaboración, por
más que pueda resudar algo."
(pp. 170-171) [3341.
Entendimiento enriquecido por los sentidos
"No sólo está enriquecido el entendimiento
por la vista, que nos hacer descubrir muchas diferencias
entre las cosas, sino también por los objetos de
los otros sentidos, todos los cuales presentan cierta
afinidad con nuestro espíritu luminoso. Dicha afinidad
proviene de la forma sustancial de todos, que es la luz,
y del mismo modo espiritual de obrar de cada uno. Pues
el sonido y el olor son a manera de espíritus,
y como tales son percibidos y actúan en nosotros.
La percepción auditiva se realiza excitando el
espíritu interior, en el que residen la luz del
alma y el ritmo de la armonía espiritual".
(pp. 176-177) [343-3441.
Olfato, gusto, tacto
"Algo semejante cabe decir del olfato. En cuanto
a los objetos del gusto y el tacto, aunque parecen más
corporales, tienen, no obstante, capacidad para estimular
el alma: aquéllos por la humedad, éstos
por la resistencia". (p. 177) [3441.
Topografía anatómica de las funciones
"Así que en el cerebro hay cuatro ventrículos
y tres sentidos internos. Los dos primeros ventrículos
constituyen un solo sentido común, receptor de
las imágenes. El pensamiento está en el
ventrículo medio, y la memoria en el último".
(p. 177) [344].
La
respiración
"La mayor parte del aire aspirado es conducida
por la arteria tráquea a los pulmones para que,
una vez elaborado por ellos, continúe hasta la
vena pulmonar, en la cual se mezcla con la sangre rojiza
y fluida y vuelve a ser elaborado. A continuación,
toda la mezcla es atraída por la diástole
desde el ventrículo izquierdo del corazón,
y en él, por el vigoroso y vivificante poder del
fuego allí contenido, adquiere su forma definitiva
y se convierte en espíritu vital, después
de haber expulsado durante la elaboración muchos
residuos fuliginosos". (p. 178) [345].
Dios, fin de todo
"El fin de todo es el hombre y el fin del hombre
es Dios; Dios lo ha hecho todo por el hombre y por medio
de Cristo, que es alfa y omega". (p. 245) [430]
Pompa papal
"Con
mis propios ojos he visto yo mismo cómo lo llevaban
con pompa (al Papa) sobre sus hombros los príncipes,
fulminando cruces con la mano, y cómo lo adoraba
todo el pueblo de rodillas a lo largo de las calles. Llegaban
al extremo de que los que podían besarle los pies
o las sandalias se consideraban más afortunados
que los demás y proclamaban que habían obtenido
numerosas indulgencias, gracias a las cuales les serían
reducidos largos años de sufrimientos infernales.
¡Oh, Bestia, la más vil de las bestias, la
más desvergonzada de las rameras!" (p.
462) [683].
El don de curación
"Una cosa es cierta: que tanto los profetas como
los apóstoles, además del don de curar,
echaron mano de otros remedios. Por eso pudieron conservar
con más facilidad el remedio de costumbre, al servirse
del don de curación, pues los judíos solían
ungirse con aceite tanto por razones de aseo como de salud,
y la unción con óleo estaba incluida entre
las bendiciones de la Ley..: Asimismo en las Sagradas
Escrituras ungir con aceite equivale a aplicar un medicamento."
(pp. 563-564) [794].
Libertad y maldad
"Es nuestra maldad la que frecuentemente convierte
en esclavo nuestro libre albedrío, cuando en determinados
momentos plantea la alternativa de la libertad y la rechaza."
(p. 568) [800].
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OTRAS
POSIBLES OBRAS DE Servet |
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Se postula que pueden existir obras en las que Servet pudiera haber participado. De todas maneras, con la posible excepción de los "Los Retratos o Tablas de las historias del Testamento Viejo, hechas y dibuxadas por un muy primo y sotil artífice" (1543), hasta la fecha ninguna copia de estos posibles trabajos ha podido ser atribuida a Servet. Estas otras posibles obras de Servet incluirían trabajos como: "Tratado Médico Dioscórides", otras ediciones de la Biblia y las gramáticas españolas cuya autoría servetiana no ha podido ser aún probada con argumentos sólidos y definitivos (véase: Ángel Alcalá, "Miguel Servet, Obras Completas" Vol.I, "Bibliografía: I. Obras de Miguel Servet y cómo son asequibles", Ed. Larumbe, 2003).
a)
"Tratado de Gramática del latín al español",
mencionado por Jean Frellon en su declaración del 23
de mayo de 1553. Impreso en Lyón.
b) “Desirerium peregrinus”. Lo menciona
Latassa. Es un Tratado místico manustrito.
c) “De Coena Domini”. Anunciada en el diálogo
II en “De Trinitatis Erroribus”.
d) Edición del "Dioscórides"
(1546-47)
Durante su estancia en Lyón, Servet habría editado
también el Tratado de “Materia Médica”
de Dioscorides (el “Dioscórides”).
Dioscórides fue un médico griego que vivió
en el siglo I de nuestra era, siendo el autor de una de las
principales obras médicas hasta el siglo XVIII en las
facultades de medicina de Occidente.
e) “De circuncissione liber”. Prometida
por Servet en el diálogo I de la Trinidad.
f) “De votis”. Anunciada en el capítulo
VI de “Diálogos de la
Trinidad”.
d) “De servo arbitro”. Descrita por Latassa.
g) Edición de la "Summa Theologica"
de Santo Tomás. Lo mencionó Jean Frellon en su
declaración de 23 de mayo de 1553.
h) “Retratos o tablas de las historias del Testamento
Viejo, hechas y dibuxadas por un muy primo y sotil artifice.
Iuntamente con una muy breve y clara exposicion y declaracion
de cada una dellas en Latin, con las quotas de los lugares de
la sagrada scritura de donde se tomaron, y la mesma en lengua
Castellana, para que todos gozen dellas,” (1543)
Al igual que en el caso del "Dioscorides",
no existen pruebas concluyentes que permitan afirmar que Servet
participó en la edición esta obra. Vide
en este sentido Francisco Javier González Echeverría,
ed., Hans Holbein el Joven y Miguel Servet Retratos o tablas
de las historias del Testamento Viejo, Lyon 1543 (Pamplona:
Gobierno de Navarra, Departamento de Salud y Caja Navarra, 2001).
i) “Opusculo sobre la estructura de las ocho partes de
la oracion con los comentarios de Junio Rabirio y con traducción
española, en Lyon en al oficina de Juan Frellon"(1549).
("De octo orationis partium constructione cum commentariis
Iunii Rabirii et Hispanica interpretatione, Lugduni, apud Ioannem
Frellonem". 1549.)
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Texto
por Sergio Baches Opi
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